Cuando se ingresa al salón donde se disputa el Mundial de Cuarenta, el buen humor reina en el ambiente. Los participantes esperan pacientes ser llamados para conocer a sus rivales, mientras preparan las estrategias o conversan con sus familiares o amigos que fueron a respaldarlos.

El anuncio de los diferentes integrantes de las series, que llevan nombres como Chulla Pérez, Payaso Vega, Diablo ocioso, Águila quiteña, entre otros, es seguida con atención por los presentes.

Lea también: Liga de Quito va por el récord y la corona

Cada dupla que se va a enfrentar es acompañada por un juez, que es integrante de la Asociación de Periodistas Deportivos de Pichincha, entidad que organiza el torneo, y quien lleva un mantel especial, las cartas y los puntos.

A los principiantes se les nota nerviosos, mientras que quienes ya han formado parte del Mundial, lucen ‘cancheros’. Los árbitros están implacables al mínimo movimiento de los participantes, a los que solicitan no usar gafas ni celulares. Tampoco poner las cartas en la mesa para evitar que se hagan señas con las manos.

Tras las primeras jugadas empiezan a aparecer los dichos como “cuerito tierno”, “cuatrero has de ser”, “la muda”, “marido tiene”, o la más esperada por las parejas: “38 que no juega”, que demuestra que está a una caída de ganar la partida.

UNO TRAS OTRO

No pueden faltar las famosas zapaterías, ‘título’ que se le otorga a la dupla que al terminar un juego no logró al menos 10 puntos, lo que en las rondas eliminatorias aparecieron de forma continua.

Los ganadores, con una gran sonrisa, tomaban asiento en espera de que sus rivales les limpien los zapatos. Los perdedores tomaban con gracia el momento y demostraron su habilidad para dejar brillante el calzado.

En medio de canelazos y risas, las partidas se van desarrollando y las parejas que clasifican a la siguiente ronda o que son eliminadas salen alegres por el hecho de haber compartido un juego que forma parte de la quiteñidad.

SU 'PRIMERA VEZ'

Entre las 96 parejas que participan en el Mundial de Cuarenta también hay personas que lo juegan por primera vez. Es el caso de la venezolana Rosa Angélica Jiménez, quien emocionada formó parte de la competencia en el segundo día de las eliminatorias.

“Es un ambiente súper divertido, en Venezuela no hay algo similar”, resaltó, al contar que pese a no le gusta mucho el tema de competir lo hizo por acompañar a su novio, a quien le encanta esta tradición de la capital.

“Mi novio fue el que me trajo, es el un quiteñazo. Me invitó y nos inscribimos. Él juega con la hermana y yo con un amigo. La primera partida nos fue bien, pero la segunda nos tocó contra ellos y nos hicieron leña”, comento Rosa Angélica con una gran sonrisa.

Detalló que las horas previas a su estreno en el Mundial estuvo practicando con su pareja. Confesó que fue difícil enfrentarse a su novio y que “me ganó solo con los dichos, me hizo enojar con tanta caída, pero no lo tomó a mal, fue algo divertido, es parte del juego”.

Para completar la experiencia de Jiménez, también la tocó ir a la zapatería, ya que su pareja y su hermana los derrotaron por 40-6 en la segunda válida. “No quería quedar de zapatero, me estaba esforzando en el juego, pero también es cuestión de suerte. Pese a que seguí sus consejos, me cayó en casi todas”.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!