Un pedestal modesto, pero con brillo para que la selección de Croacia recibiera el bronce del Mundial de Catar 2022. La expedición croata sigue a su líder. Luka Modric es el primero en recibir la medalla y con su sonrisa ilumina todo el estadio Khalifa. El jugador de 37 años camina feliz. La edad parece indicarle la puerta de salida. El estado de forma, no.

Parece difícil imaginar que Modric pueda vestir la camiseta croata en el Mundial 2026. Pero el futbolista no cierra la puerta. Nadie lo hace cuando se trata de un jugador incombustible.

“Sobre el futuro vamos a ver qué pasa. Por lo menos quiero seguir hasta la Liga de Naciones y luego veremos”, manifestó Luka, tras el triunfo por 2-1 contra Marruecos.

Croacia clasificó a la semifinal de la Liga de Naciones, instancia en la que enfrentará a Países Bajos en junio de 2023.

“Puede ser (el último Mundial), pero no puedo decir nada. Estoy muy contento por toda mi trayectoria en Croacia. Haber ganado dos medallas es algo muy importante, quería ganar la Copa, ese era mi sueño, no ha podido ser, pero también estoy muy contento con las dos medallas”, valoró.

El duelo por el tercer puesto contra Marruecos aparece como el último fogonazo de un jugador que perece eterno, el artífice de que un pequeño país de menos de 4 millones de habitantes se haya subido al podio en dos ediciones consecutivas de la Copa del Mundo (en Rusia 2018 fue subcampeón).

Nada indica que el volante de Real Madrid vaya, por ahora, a abandonar la selección. La perspectiva de jugar la Liga de las Naciones parece clara. Menos evidente es que llegue a la Eurocopa de 2024.

Modric ha vuelto a despertar admiración. Compañeros de selección, jugadores de otros equipos, seleccionadores y comentaristas se han rendido a su talento inoxidable, cuya calidad le ha llevado a lograr las más altas recompensas pese a que no es un goleador. “Es uno de los cinco mejores centrocampistas de la historia”, señala su compañero Josko Gvardiol.

Luka no consiguió meter por segunda vez consecutiva a su país en la final de un Mundial. Tropezó contra una gran Argentina, pero en el camino dejó un cadáver de peso, Brasil, que llegaba con la vitola de favorita.

Hace 4 años fue elegido el mejor jugador de la Copa el Mundo, pese a que perdió la final contra Francia. Fue el reconocimiento a su labor, la misma que le condujo ese año al Balón de Oro y al premio de mejor jugador de la FIFA, rompiendo la hegemonía de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, que venían repartiéndose las recompensas desde 2007.

Con Croacia, Modric lo ha sido todo. Desde que en 2016 se puso el brazalete de capitán ha sido la referencia absoluta de una nación que se codea con las mejores. Sus 163 partidos internacionales son un récord en el país.

Lejos del brillo de otros grandes, Modric se ha forjado una reputación sin brillantina, pero con el respeto de todo el mundo del fútbol. Disputó 4 Mundiales (2006, 2014, 2018 y 2022) y se convirtió en el líder de su generación, la que alcanzó la final en Rusia por encima de otras grandes favoritas.