Diego Armando Maradona no era inmortal, era de carne y hueso. Los seguidores de la Iglesia Maradoniana (fundada el 30 de octubre de 1998) esperaban que D10S se recuperara como en sus anteriores afectaciones, pero esta vez se le terminaron los 90 minutos.

En exclusiva con Diario EXTRA, Diego Pestana, quien reside en Montevideo, Uruguay, en su viaje hacia suelo albiceleste, tras enterarse de la muerte de D10S, se estacionó un momento y, entre lágrimas, expresó el malestar que tiene por la partida de Maradona

“Nadie esperaba esto. Una hermana de la iglesia puso en el grupo que Diego se había descompensado y que era delicado esta vez. Nosotros estábamos acostumbrados de que siempre estaba complicado y siempre resurgía, siempre tuvo resurrecciones, siempre estuvo al borde, pero no esperábamos esto”, dijo Pestana, quien fue bautizado por la Iglesia Maradoniana hace tres años.

En su honor, el uruguayo aseguró que quieren colocar estatuas por todas las ciudades de Argentina y retirar el dorsal 10 de la selección Albiceleste, eventos conmemorativos con los que empezarían a rendirle homenaje los seguidores de la Iglesia Maradoniana, la cual nació en Rosario, Argentina.

“Ya es hora de que nadie más use la camiseta 10 de la selección. Como dijo Diego “pase lo que pase la 10 siempre será mía” y así debería ser de ahora en adelante. Colocar monumentos para que lo recuerden siempre, aunque sin necesidad de eso, Diego siempre estará presente entre nosotros. Igual cualquier cosa que vayamos preparando va a ser poco para él”, dijo Pestana.

Diego contó que la noticia los tomó por sorpresa a todos los seguidores de D10S, por aquella razón no se les había pasado por la mente organizar eventos conmemorativos cuando falleciera Maradona. Ellos pensaban que Pelusa los acompañaría para siempre.

“Te soy sincero, por ahora estamos mal con esto y los eventos que tenemos hasta ahora son las pascuas, la noche buena y si está muy fresco todo, en unos días se verá de repente. Estamos impactados como para pensar en hacer más eventos. Maradona era como nuestro padre”, manifestó Diego en medio de lágrimas.

Pestana, por medio de un utilero del equipo Gimnasia de la Plata, en marzo pasado le envió un regalo a Maradona.

“Le pude hacer llegar una remera que yo le había hecho por regalo de cumpleaños. Estuve cerca de él, atrás de donde estaba sentado en la cancha y le pude gritar que lo amo, pero no tuve la oportunidad de darle un abrazo que hubiera sido la felicidad más grande”, dijo Diego.

Finalmente, el uruguayo aseguró que sus días van a ser vacíos, puesto que todos los días estaban pendientes de Maradona. “Ahora solo nos tocará consolarnos con sus recuerdos, porque no será lo mismo sin él aquí”.

La adoración de la argentina Mariana Vega, de 35 años, por Diego Armando Maradona (+) llegó a tal punto que a su hija, de 15 años, le puso Diega en honor al Pelusa. La chica nació el 14 de julio de 2005.

Por medio de llamada de Whatssap, la seguidora de Maradona, entre lágrimas, contó a EXTRA cómo surgió la idea de llamar así a su progenitora y lo afectada que está por el fallecimiento de Maradona.

“Yo ya tenía pensado ese nombre. Si era hombre le iba a poder Diego Armando, pero en este caso me tocó ponerle Diega. Mis amigos y familias me decían que no me iban a dejar, pero cuando la registré no me hicieron problema. Era algo que quería cumplir por Maradona”, explicó Vega, quien reside en Buenos Aires, Argentina.

Este es un nombre que no es común en Argentina, al punto que cada vez que se lo piden la confunden con un hombre. “En todos los lugares siempre le ponen Diego. Por eso es que tengo que explicar siempre. Y ya cuando las personas lo saben se quedan asombrados”.

Mariana quiso contarle a Maradona que su hija llevaba su nombre, pero en versión femenina. Por eso, se comunicó con Dalma Maradona. “Le escribí por Twitter y ella encantada me respondió y estaba encantada por lo que había hecho”, cuenta la mujer.

Y el miércoles pasado (25 de noviembre), Mariana y su hija Diega no creían que Maradona había fallecido, por esa razón ellas prefirieron certificar la noticia.

“Me llegaron mensajes cuando yo estaba trabajando. No creía, porque ya había pasado en muchas ocasiones que lo daban por muerto y salía bien. Ahora nos toca vivir sin él. Nadie nos enseñó a vivir sin él”, destacó la gaucha.

La mañana de ayer Mariana quería darle el último adiós al Pelusa, por aquello no dudó en acudir al multitudinario velorio, que se dio en la Casa Rosada (residencia presidencial), en Buenos Aires.

“Esta situación es bastante para nosotros. No he parado de llorar. Se nos fue el más grande. Me queda el recuerdo en el nombre de mi hija y de cuando lo fui a ver en su homenaje en el estadio de Boca Juniors (2001)”, finalizó la argentina.