Fue una de las imágenes que dejó la celebración del Atlético de Madrid sobre el césped del estadio José Zorrilla, de un emocionadísimo Luis Suárez, llorando mientras hablaba con su familia.

El uruguayo ya había estado a punto de romper a llorar al hablar para las cámaras de televisión, donde se reivindicó ante el menosprecio que sufrió en el Barcelona.

“El título es especial por la situación que me tocó vivir, de la forma cómo me menospreciaron y el Atlético me abrió las puertas. Siempre estaré agradecido al Atlético. Hemos sufrido, tanto mi mujer como mis hijos. Llevo muchos años en el fútbol y es el año que más he sufrido”, señaló el uruguayo tras vencer 2-1 al Valladolid.

El delantero charrúa hacía referencia a su salida del Barça, cuando la junta presidida por Josep Maria Bartomeu decidió prescindir de sus servicios tras seis años en el club catalán. “Es especial por lo que me tocó sufrir, pero ahí están mis estadísticas, cinco de siete ligas. Ahí está Luis Suárez”.

Más calmado, Suárez analizó el éxito del equipo colchonero: “El Atlético hizo un grandísimo año a pesar de las dificultades. Hemos demostrado que somos los mejores. No era normal la primera vuelta, tampoco el bache, pero creo que el Atlético estaba preparado para sufrir y sufriendo somos campeones”.

UN GOLEADOR CON AMOR PROPIO

El amor propio y la fortaleza para reponerse ante la adversidad son dos de las principales características de Luis Suárez.

Así lo aseguró Julio Moreno, preparador físico del Nacional, quien lo conoce desde pequeño, ya que trabajó con él en las divisiones formativas del equipo uruguayo.

“Tenía unas condiciones excepcionales desde todo punto de vista, una técnica muy pulida, un chico con un amor propio impresionante. Yo lo que destaco de él desde esa época en cuanto a reponerse a la adversidad es que siempre tiene revancha para todo. Es un botija (chico) que no se entrega nunca; al contrario, cuanto más dificultades tiene más, más las sortea”, subrayó.

Moreno comenzó compartiendo con Suárez cuando este no había cumplido 14 años y destaca que en ese momento no era “tan impulsivo” como lo es actualmente.

“De tan chico no era de pelear. Eso se fue dando en el transcurso del tiempo, ahí fue adquiriendo ese temperamento que lo caracteriza”.

El pistolero terminó la Liga española marcando 21 goles, en 38 partidos, para el Atlético de Madrid.