El complejo en el que dio sus primeros pasos en el fútbol, cuando apenas tenía 13 años, ahora es el escenario donde se prepara para su ‘último baile’. Tras dos décadas en el balompié profesional, Luis Fernando Saritama ha decidido poner fin a su carrera.

Y qué mejor que hacerlo en el equipo de sus amores, con el que ha vivido grandes alegrías y también duros momentos, el Deportivo Quito. Este club forma parte de la vida del volante, quien le dio tres títulos y ahora aporta en el largo y complicado camino a la Serie A, sitial que dejó por deudas que lo condenaron a descender al fútbol amateur.

El Símbolo, como lo denominaron los chullas, confiesa que “el Deportivo Quito es mi segundo hogar. Pasé por todas las formativas hasta el equipo profesional. Tuve la gran felicidad de ser campeón en el primer plantel, después de 40 años de sequía, pero también viví momentos difíciles. Eso hace que tenga un gran cariño y un agradecimiento importante por la institución”.

Sobre su decisión de ‘colgar los botines’, señala que “el fútbol es lo más difícil de dejar a quienes nos gusta. Siempre he planificado mi carrera y quería dejar la actividad profesional de buena manera y no que el fútbol me deje. Tengo 37 años, no he tenido una lesión grave, me siento bien físicamente, así que analicé que era el momento”.

Espera poder retirarse dejando a la AKD con el ascenso a la Serie B y con un partido de despedida. Su última aventura inicia el martes 17 de mayo cuando arranque el torneo de segunda división de Pichincha.

SE PINTÓ DE BLANCO

Uno de los capítulos más polémicos en la carrera de Saritama fue su paso a Liga de Quito, acérrimo rival de los chullas.

Con firmeza afirma que “no fue un error ir a Liga” y explica que “en 2013 salí del Quito porque lamentablemente el club empezó su debacle. Intenté como jugador ayudar para no agrandar el problema económico y la única alternativa era salir”.

Agrega que buscó un club en el que pudiera seguir demostrando sus condiciones, para ser tomado en cuenta para las eliminatorias al Mundial Brasil 2014.

ESPINITA CON EL ÍDOLO

Con la mira en la cita mundialista, el volante pasó en 2014 a Barcelona, experiencia a la que califica como “bonita”, a pesar de los problemas económicos que tenía el Ídolo. Confiesa que se quedó con el pendiente de ganar el campeonato nacional con los amarillos, al perder la final ante Emelec.

Recuerda con humor una anécdota vivida con el conjunto guayaquileño al llegar a Perú, para enfrentar a Alianza Lima por la Copa Sudamericana, cuando la barra brava del cuadro local los recibió de forma agresiva.

“Los chicos corrían hacia el bus para evitar las agresiones y los huevos que nos lanzaban, y se sorprendían al ver que yo caminaba entre la gente, que me reconocía con cariño de cuando jugué en Alianza Lima”, cuenta Luis Fernando, quien fue campeón con el conjunto inca en 2004, en su primera experiencia internacional.

También llevó su fútbol a México, como refuerzo de Tigres y América.

DOS MUNDIALES

Saritama formó parte de la Tricolor que disputó las Copas del Mundo de Alemania 2006 y Brasil 2014. Fueron dos ciclos diferentes, cuyos recuerdos guarda con mucho cariño.

 “El primero fue muy importante en mi carrera. Los jóvenes que tuvimos la oportunidad de ser parte de esa selección, como Chucho Benítez, Toño Valencia o Segundo Castillo, aprendimos mucho de una generación muy exitosa de futbolistas, que tenían claro que era su última oportunidad de jugar un Mundial y lo hicieron de gran forma”.

La experiencia en Brasil fue diferente, ya que ahí era parte de los experimentados “con mayor protagonismo”.

COMPARTE SU EXPERIENCIA

Luis Fernando supo siempre que su futuro estaría relacionado al deporte, en especial al balompié. Desde hace ocho años dio forma a la empresa Sinergia Football Sport, con la que gestiona las carreras de varios jugadores, como Hamilton Piedra (Manta), Edison Recalde (9 de Octubre), Mateo Zambrano (El Nacional) y jóvenes talentos que van dando sus primeros pasos en el profesionalismo.

“Tener la confianza de compañeros y otros mucho más jóvenes que han visto una referencia en mi carrera, es una gran responsabilidad”. Su objetivo es formar a futbolistas con un perfil moderno y que sean ejemplares dentro y fuera de la cancha.

A la par, su pequeño hijo Emilio, de cuatro años, heredó su pasión por el rey de los deportes y podría ser quien mantenga su legado. “Le encanta el fútbol, le gusta jugar conmigo y ahora ya entiende más. Es una de las cosas que me motivaron para seguir jugando”, expresa emocionado Saritama, quien sentencia que está listo para su ‘último baile’ con la divisa azul y grana.

GUÍA A DEPORTISTAS Y APUNTA AL IRONMAN

Uno de los nuevos proyectos que Saritama lleva adelante consiste en guiar la preparación deportiva integral de las personas que buscan mejorar su estilo de vida. Bajo el nombre de Giveaway, lleva adelante esta iniciativa junto a su esposa Belén Almeida y varios especialistas en nutrición, pilates, fisioterapia y diferentes áreas.

“De las cosas que quisimos hacer con mi esposa es compartir los conocimientos, experiencias, habilidades y consejos para que todos se animen a practicar deporte, por el gran efecto que tiene en la salud”, enfatiza. El futbolista agrega que el hecho de trabajar con su pareja ha sido muy importante “porque nos complementamos bien. Tenemos una buena sintonía”.

Además, ha retomado disciplinas como el ciclismo, que siempre le ha gustado. Incluso tiene un nuevo reto en mente para el próximo año, cuando ya no esté en las canchas: participar en un Ironman.