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¿Lucía Yépez a la UFC? El sueño de la medallista olímpica ecuatoriana
La luchadora ecuatoriana, con la medalla de plata de París 2024 reveló sus metas tras el podio olímpico
Está tranquila. La medalla de plata de los Juegos Olímpicos de París 2024 es producto de ello. Sin embargo, los sueños de Lucía Yépez, la Tigra, vuelan muy alto, de ahí que ya piensa en revanchas, en la próxima cita en Los Ángeles 2028 y hasta en lo que hará mucho más adelante con su carrera deportiva.
Y es que 23 años quiere comerse al mundo. Habló con EXTRA.
¿Qué se sintió llegar al país y recibir el apoyo de los ecuatorianos, luego de la plata de París 2024?
Estoy muy emocionada. Desde que los ecuatorianos estaban en París con mensajes de motivación, todos siempre dándome las mejores energías, pude sentirlos. Recibir su apoyo me motiva mucho porque ahora que soy medallista olímpica la gente me transmite su alegría. De ahí que mi medalla no es solo para mí, sino para todo el pueblo de Ecuador y quienes me apoyaron en ese proceso.
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¿Fue mucha la exigencia de sus rivales en París?
Con la mayoría de las 12 participantes en los Juegos Olímpicos ya había competido. En mundiales o por ranking ya sabía cómo eran sus formas de luchar. Con la japonesa que me derrotó en la final sí me costó, pero estoy segura de que algún día le voy a ganar. Fueron rivales muy duras porque todas se preparan para hacer lo imposible.
En el primer combate estuve un poco nerviosa, pero ya en el segundo me fui relajando y así en el tercero... sentía que todo iba bien porque me había preparado para eso.
¿Cuál fue la pelea más sencilla?
No menosprecio a nadie, todos los rivales son iguales y se preparan para ganar. Nunca entro confiada a un combate porque en la lucha uno se ve sorprendido con cualquier técnica. Me sentí tranquila, siempre encomendada a Dios.
¿Ya ha visualizado la revancha con la japonesa Akari Fujinami (campeona)?
Sé que le puedo ganar. Sin embargo, sé que es un proceso muy duro porque ellos tienen una lucha muy diferente, pero el tiempo pasará y sé que en Los Ángeles 2028 nos enfrentaremos de nuevo y será una revancha. Demostraré que puedo estar en lo más alto buscando el oro.
¿Qué habló con su entrenador previo a la pelea de semifinales?
Un día antes de la competencia le dije que iba a ser medallista olímpica y que estaría en la final. Él me respondió que se le ‘despelucó’ el cuerpo al escucharme, porque sabe que soy una chica que se inspira y que siente orgullosa de sí misma.
¿Qué pasó luego de ganar la medalla de plata?
Esa noche dormí con la medalla. La miraba, la tocaba y decía: ‘Lo logré’. Mi entrenador (Jorge González) me abrazaba cuando nos levantamos a desayunar y nuevamente me decía: ‘Mija, lo logramos’. Él es como un padre para mí, siempre se lo he dicho. Cuando el mundo se me venía abajo, él siempre estuvo conmigo.
¿Cuán importante ha sido sentir ese apoyo?
Muy importante. A él no le cuesta cambiarse de ropa y meterse a entrenar conmigo; levantarse a las 2 o 3 de la mañana e ir por mí cuando estoy enferma. Estuvo en los momentos más duros, cuando nos tocaba entrenar solo a los dos porque vas a lograr el sueño que estás buscando y vendrán personas a querer entrenar contigo. Lo quiero mucho, es como mi padre.
Yo creo que así como se le entrega la medalla al deportista, los entrenadores tienen que ser reconocidos porque son parte de nuestro proceso y triunfo. Con ellos logramos todo.
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¿Cuál fue la promesa que le realizó a su madre?
Cuando yo era pequeña y veía a mi mamá trabajar, le decía que algún día iba a lograr mi sueño olímpico y le iba a comprar su casa. Ahora que la tengo aquí, le digo que soy medallista. Antes no tenía para comprarme ni un par de zapatos, ahora lo tengo, gracias a Dios y mis esfuerzos. Valió la pena todo el sacrificio, todo lo que he pasado desde niña y lo logré; me siento muy bendecida.
¿Alguna vez pensó en retirarse de la lucha?
Lo pensaba cuando me encerraba en mi cuarto y no tenía con quién entrenar; se me salían las lágrimas, lloraba y me cuestionaba por qué me estaba pasando eso. Muchos periodistas me visitaban y me veían entrenando sola con mi entrenador. Necesitaba con quién hacerlo, por eso lo pensé miles de veces; sin embargo, después me recuperaba y decía que soy una guerrera y debía salir adelante.
¿Incursionaría en las artes marciales mixtas?
Sí, me imagino peleando como Michael Morales. Me gustan mucho los deportes de combate y sé que es un sueño que voy a alcanzar. He hablado con él (Morales), me dijo que entrena en Tijuana (México). Me van a ver peleando y tirando 'piñazos'.
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