Un fuerte deslizamiento de tierra ocurrido la madrugada del sábado 26 de abril en la comunidad de Nangora, perteneciente a la parroquia Malacatos, cantón Loja, provocó el cierre total de la vía principal y afectó extensas áreas de cultivos agrícolas. Las lluvias intensas registradas en los últimos días saturaron el terreno, ocasionando el desprendimiento de grandes masas de lodo y piedra que bloquearon el paso y sepultaron zonas productivas.

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Los habitantes, alarmados, relataron el momento de la emergencia. María Guamán, moradora del sector, señaló que el estruendo del deslizamiento los despertó en la madrugada. "Parecía que la montaña se venía abajo. Solo alcanzamos a salir corriendo para protegernos", contó.

Aunque no se reportaron daños estructurales en viviendas, la pérdida de cultivos representa un duro golpe para las familias campesinas. Luis Andrade, agricultor de la zona, indicó que su cosecha quedó enterrada bajo el lodo. "Todo el esfuerzo de meses se perdió en cuestión de minutos. No tenemos cómo recuperar la producción", lamentó.

El director zonal de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, Adalí Jaramillo, se trasladó al sitio para evaluar la situación. Explicó que el terreno continúa inestable debido a la saturación de agua y advirtió del alto riesgo de nuevos deslizamientos. "Nuestra prioridad es salvaguardar la vida de los habitantes. Hemos entregado asistencia humanitaria y mantenemos un monitoreo permanente de la zona", informó.

La Unidad de Control Operativo de Tránsito (UCOT), bajo la dirección de Marlon Severino, mantiene controles en el área afectada para impedir el tránsito vehicular. "El acceso está cerrado. Pedimos a los conductores no intentar cruzar, ya que podrían poner en riesgo sus vidas", señaló Severino. Se recomienda a quienes necesiten movilizarse hacia Malacatos que utilicen la ruta alterna por el sector El Tambo, en el cantón Catamayo.

Maquinaria del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) trabaja en el sitio realizando labores de limpieza y remoción de escombros, aunque las condiciones climáticas y del terreno complican las tareas.

Mientras tanto, la comunidad de Nangora permanece en estado de alerta, a la espera de que las labores de rehabilitación permitan recuperar el tránsito y la normalidad en la zona.

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