El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, encabezó este miércoles un homenaje a los deportistas ecuatorianos que participaron en los juegos olímpicos y paralímpicos de Tokio 2020 y les entregó un premio económico.

En el homenaje, que tuvo lugar en el palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, estuvieron Neisi Dajomes, medalla de oro en halterofilia en Tokio 2020+1, así como Poleth Méndez, ganadora en impulso de bala en la delegación paralímpica.

Como parte de los premios que reciben los deportistas, el Estado anunció la entrega de 100.000 dólares para cada ganador de una medalla de oro (Dajomes, la atleta Poleth Méndez y el ciclista Richard Carapaz), así como 80.000 para los medallistas de plata y 60.000 para los que obtuvieron preseas de bronce.

Entre medallas de oro, plata y bronce, Ecuador ganó en Tokio tres preseas y siete diplomas olímpicos, así como tres medallas y nueve diplomas paralímpicos.

El ministro de deporte, Sebastián Palacios, destacó la nueva gestión de esta cartera de Estado en favor de los deportistas y afirmó que trabaja para lograr que las universidades dejen de "ser los cementerios de los deportistas y se conviertan en aliados de su desarrollo".

Dentro del plan de alto rendimiento que elabora la institución explicó la importancia de tomar en cuenta a los deportistas como seres humanos y no "como máquinas de ganar medallas".

De su lado, Dajomes, la primera mujer medallista de Ecuador, agradeció el reconocimiento pero subrayó que "el apoyo se lo necesita desde el principio y no solo en el éxito".

Frente a estas declaraciones, Lasso dijo estar de acuerdo y se comprometió en que el apoyo sea "permanente y constante". También aseguró que se desarrollarán las políticas adecuadas para facilitar el apoyo de la empresa privada.

Representantes de ese sector, presentes en el agasajo informaron de que se entregaron becas académicas y otros presentes a los deportistas.

Para la medallista paralímpica, Poleth Méndez, lo recibido "es lo que nos merecemos los deportistas".

Méndez marcó un récord mundial y paralímpico en el lanzamiento de bala alcanzando los 14,39 metros, mientras Anaís, su hermana menor, también subió al podio con la presea de bronce en la misma disciplina.

Lasso tomó la participación y logros de los deportistas como "ejemplo para los niños y adolescentes" del país y sostuvo que los delegados "ganaron mucho más que medallas y diplomas: ganaron el cariño y la admiración de todo un país".