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Accidentes de tránsito en Guayaquil se dispararon desde que iniciaron los apagones
Cuando el sol se oculta y empiezan los cortes de energía nocturnos, se reportan más siniestros de tránsito, de acuerdo con datos de la ATM
Con ojo de halcón, viendo a todos los sentidos de la calle para asegurarse de que ningún chofer temerario se les atraviese en el camino y ocasione un accidente, deben viajar los conductores en Guayaquil, donde los apagones ponen en peligro no solo a los vehículos, sino también a los peatones, en cada una de las intersecciones de la ciudad.
Las cifras oficiales de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) de Guayaquil corroboran que los cortes de energía han provocado un aumento en el número de accidentes.
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Si bien desde el mes de septiembre (cuando iniciaron los cortes de energía) a octubre bajó de 385 a 383 el número total de siniestros de tránsito (teniendo en cuenta todas las causas probables, como daños mecánicos, imprudencia, exceso de velocidad, etc.), la misma estadística indica un incremento significativo en las colisiones provocadas por el irrespeto a las señales de tránsito y semáforos, que pasaron de 56 a 76 eventos, es decir que aumentaron 35,71 %.
“Cuando están apagados los semáforos, hay conductores que no tienen la preocupación de parar en las intersecciones, sino que pasan ‘soplados’, como dueños de la calle, y cuando se topan con otro conductor aún más imprudente se terminan chocando”, explicó Antonio Molina, artista callejero que realiza malabares en la avenida Francisco de Orellana, a la altura de la ciudadela El Cóndor, donde ocurren accidentes a diario y muchos otros incidentes que afortunadamente solo terminan en sustos
En este tramo, los automóviles circulan en seis sentidos diferentes, por lo que apenas se apagan los semáforos, el caos se hace dueño de la calle y los accidentes se vuelven un peligro latente.
“Es una intersección ‘recontrajodida’. Tienes que avanzar con mucha precaución, carril por carril, viendo de izquierda a derecha. Allí no se para ni un solo vigilante a dirigir el tránsito. Y si para los conductores es difícil, imagínese para un peatón, peor alguien de la tercera edad”, indicó José Salazar, conductor que la noche del miércoles 20 de noviembre intentaba pasar por este cruce vial.
Hora ‘pico’ de accidentes
Las estadísticas también indican que la franja de 19:00 a 21:00, horario en el que comienzan los apagones nocturnos en la urbe, es en la que más colisiones ocurren, con un promedio de 47 cada hora. En el año 2023, en cambio, la mayor siniestralidad ocurría de 17:00 a 18:00, horario de salida de los ciudadanos de sus empleos y de gran congestión vehicular.
En uno de los casos más recientes y con víctimas mortales, ocurrido el domingo 17 de noviembre alrededor de las 17:20, un choque entre una camioneta y un automóvil cobró la vida de un ciudadano en la avenida de las Américas, en el norte de Guayaquil.
Durante un corte de energía que tenía apagados los semáforos, los dos vehículos colisionaron al no ponerse de acuerdo cuál debía avanzar primero. El choque provocó que una camioneta se volcara, su conductor saliera disparado por una ventana y terminara aplastado por el automotor, muriendo en el acto.
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El chofer del otro carro resultó ileso y fue retenido para esclarecer lo ocurrido. “Como no funcionaba el semáforo avancé con precaución, pero la camioneta pasó demasiado rápido, sin cuidado, y terminamos chocando”, le relató, con las manos aún temblándole fuertemente por el susto, el ciudadano a uno de los agentes de tránsito en el sitio.
Por este siniestro, el conductor deberá ser investigado por el supuesto delito de muerte culposa, tipificado en el artículo 377 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que establece entre uno y tres años de cárcel para quien “ocasione un accidente de tránsito del que resulte la muerte de una o más personas por infringir un deber objetivo de cuidado”.
Impera la ley del más ‘sabido’
George Ronquillo, residente del norte de la urbe, comentó que en la hora de los apagones “la única opción es ser más temerario y lanzar el carro para poder cruzar. El guayaco es ‘sabido’ y egoísta al volante. Si esperas que (los conductores) tengan la buena voluntad de dejarte cruzar, primero regresa la energía antes de que alguien te ceda el paso”.
Víctor Farinango, quien usa la avenida Francisco de Orellana a diario para volver a su domicilio en Mucho Lote 2, agregó que “es preocupante que incluso cuando vuelve la electricidad y los semáforos ya funcionan, la gente se los sigue pasando. Me ha ocurrido en un par de ocasiones: casi me paso por inercia, pero reaccioné a tiempo y me detuve. Cuando esto (los apagones) termine, se tendrá que reeducar a los conductores o multarlos para remediarlo”.
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