Liga de Quito dio el que hasta el momento se podría considerar como la ‘bomba’ del mercado de fichajes en el fútbol ecuatoriano al incorporar al experimentado Renato Ibarra.

La meta del extremo derecho, de 31 años, es retomar la regularidad que lo convirtió en figura tanto en el Vitesse, de Países Bajos, como en el América mexicano.

Algo que poco a poco lo fue consiguiendo la anterior temporada, cuando formó parte de Xolos y estuvo en cancha en 14 de los 17 juegos del cuadro de Tijuana. Aportó con dos goles y una asistencia.

UN DURO MOMENTO

La ascendente trayectoria de Ibarra tuvo un duro freno en marzo de 2020, cuando fue acusado por su esposa de una supuesta agresión, quien después retiró los cargos. Esto provocó que las Águilas decidan separarlo del plantel. Esta medida duró cinco meses, tras los cuales el tricolor volvió a la disciplina del conjunto mexicano, sin mayor suerte.

Tras este episodio fue cedido a préstamo al Atlas, donde fue parte de 27 partidos, entre 2020 y 2021, en los que convirtió cuatro conquistas, y después llegó a los Xolos de Tijuana. Ahora, tras casi 12 años fuera del país, espera que su regreso lo ayude a retomar su mejor nivel.

GRAN APUESTA

Esteban Paz, principal directivo de los universitarios, calificó el fichaje de Ibarra como “un enorme esfuerzo confiando en que se viene un gran 2023 para Liga”. Es el refuerzo número 11 de Liga de Quito con el objetivo de volver a retomar el protagonismo en la LigaPro y en la Copa Sudamericana.

A Ibarra se suma como repatriado, también de México, el delantero José Angulo. En la cuota foránea llegaron el zaguero haitiano Ricardo Adé (campeón con Aucas), el argentino Facundo Rodríguez, el volante albiceleste Mauricio Martínez, y su compatriota, el ofensivo Lisandro Alzugaray.

Paz analizó que los refuerzos “no garantizan nada (alcanzar títulos), pero seguro pelearemos al máximo de nuestra capacidad para lograrlo”.