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Nadie le respondió al Kitu Díaz
El argentino se tiró el equipo al hombro. Corrió y apoyó en ataque y defensa. Pero un descuido de Tito Valencia permitió que Édison Vega marque el único gol del partido.
La genialidad poco sirve cuando los intérpretes están dormidos. Damián Díaz lo hizo todo, pero nadie respondió a su talento. Édison Vega, en Aucas, también derrochó esfuerzo y tuvo su premio: un gol que vale medio título histórico para el Indio. Dos realidades del intenso primer round de la final.
Minuto 6. Tarde calurosa del domingo 6 de noviembre, en el Monumental y ante aproximadamente 50.000 espectadores, Kitu Díaz, en el centro del campo y con la presión de Édison Caicedo y Jhonny Quiñónez, sacó un pase de taco y habilitó a Erick Castillo, quien desbordó y asistió a Michael Carcelén, que remató desviado.
Esa fue la primera jugada en la que Kitu demostró que sería el faro del Ídolo, pero terminó apagado por el opaco rendimiento del resto de toreros.
Al minuto 65, tras un tiro de esquina, Tito Valencia se dejó ganar la posición por Vega y ‘tiró al piso’ el trabajo que, hasta ese momento, realizaron los amarillos. Entró frío.
Por su historia, el dorsal 10 en el Ídolo es sinónimo de garra, empuje, buen fútbol y ‘magia’ con la pelota. Y Kitu confirmó que es un jugador al que no le pesa ese número en cotejos duros. El domingo, volvió a sacar su traje de ‘director de orquesta’ y guio a sus compañeros en la cancha.
Díaz corrió por todos lados, como si no tuviera 36 años y no le afectara los 30 grados centígrados que soportó Guayaquil. Fue el primero en presionar a los defensas rivales, pero su empuje y ganas no fueron acompañadas con las definiciones de Jhon Jairo Cifuente, quien erró cuatro opciones claras (una fue al palo).
Esa misma actitud también se vio reflejada en la recuperación de la pelota. Ante los avances hacia el ataque de Michael Carcelén, que jugó como volante mixto junto a Bruno Piñatares, el jugador que es netamente defensivo, Kitu tuvo que retroceder para apoyar. Varias veces se paró delante de los centrales Carlos Rodríguez y Luca Sosa.
A Jonathan Perlaza lo motivó y le pidió apoyo. Cuando Díaz retrocedía le indicaba a Perlaza que se pegara a Piñatares y esa fórmula evitó que Caicedo, Vega, Jhonny Quiñónez y Víctor Figueroa tengan libertad para asistir a Francisco Fydriszewski. Incluso, también le exigió que avance y desborde por la banda izquierda. Con su mano le indicaba que subiera por la banda izquierda.
Esa tónica hizo que los Orientales tomaran sus resguardos en defensa. El técnico César Farías retrocedió a Jhonny Quiñónez para que acompañara a Édison Caicedo. Es más, las jugadas de peligro de Aucas se centraron en las pelotas paradas. Pero, un descuido de Tito Valencia permitió que la visita marcara su tanto del triunfo.
La anotación rival no desanimó a Díaz, que corrió hasta el pitazo final. Incluso, al minuto 86 tuvo una oportunidad para empatar, pero Luis Cangá, quien fue el mejor jugador del duelo, estuvo atento y desvió el remate del argentino.
Ahora, si Barcelona quiere ganar su título 17, tendrá que vencer por una diferencia de dos goles este domingo 13 de noviembre en el estadio Chillogallo, en Quito.
FUEON UNA MURALLA
Del otro lado, Luis Cangá demostró que ya es ‘cuco viejo’ jugando finales y demostró solvencia, tranquilidad en la defensa. El defensor realizó 5 despejes, y ganó 1 duelo individual.
Y su ‘compinche’ fue Ricardo Adé. El defensor haitiano, en un trabajo silencioso, registró 12 despejes, 1 intercepción y 3 duelos individuales (2 en el suelo y 1 aéreo).