Exclusivo
Deportes
El jugador que se robaba las camisetas para darlas como regalo a la novia
La columna de la ex que no se guarda nada de nada
Era bella, hermosa, deportista, con unos ojazos que enamoraban y un pelazo impresionante. Tenía 21 años. Él, en cambio, era un cholito, feíto, sin gracia, pero con una labia que enamoraba. Un punto a su favor, era jugador de fútbol de uno de los equipos del Astillero.
(Lea además: Joao Rojas y las tres lesiones que le cambiaron la vida
“¿Qué le vio ella a él?”, se preguntaban en casa.
Ni ella sabe que le hizo para enamorarla
Ni ella sabe qué mismo le pasó, pero terminó enamorada. ¿Qué le hizo? Solo Dios y el cholito lo saben. Pero ese “amor” solo duró cinco años.
Han pasado los años, y esta cuarentona que parece de veinte confiesa que en realidad no sabe lo que le sucedió. Pero lo que sí sabe son las locuras que le hizo a ella y a su entorno. Recuerda que cuando comenzaron a salir, él le traía camisetas y bolsos, pero nunca eran de él; siempre con el número de otros jugadores.
Una locura en los camerinos, se llevaba todo
Ella nunca olvidará aquel diciembre cuando, en casa, su mamá, papá, hermanos y abuelitos recibieron camisetas, bolsos y hasta un par de zapatos de parte de su “novio”. Seis meses después se enteraron de que no habían sido compradas; eran ‘choreadas’ y que su amorcito era medio ‘mañosito’.
Primero fueron las camisetas, luego le llegaron cadenas de oro, pero que en realidad eran fiadas y nunca pagadas. Lo dejó no porque tenía otra chica, sino porque en realidad era un crack en el ‘pateo’.
La realidad de ahora es dura
Una vez que fueron a un acto social, la cara de vergüenza se le caía. Fue en el norte de Guayaquil. Dos esposas de otros jugadores le hablaron ‘maravillas’ de él y hasta le dijeron que fuera a la Fiscalía, pues había denuncias de cositas que había tomado y deudas. Ella se dio cuenta de que el ‘feíto’ era cosa seria, y lo dejó por eso. Ahora ella vive en Europa y él, cada fin de semana, juega en equipos de barrio de Guayaquil por $ 30.
Siga leyendo: ¡Diario EXTRA: Tu voz, tu verdad, tu diario!