Previo a la inauguración de los Juegos Interparroquiales, se realizó el tradicional encendido de la antorcha en el estadio de Calderón, parroquia al norte de Quito que acogerá la edición de 2024. La llama partió el sábado 9 de noviembre desde Calacalí, al noroccidente hasta llegar al principal escenario deportivo de Calderón, donde aguardaban, a oscuras, unas 300 personas.

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Volver a vivir el recorrido de la tea olímpica ha sido un anhelo de los dirigentes parroquiales luego de que se dejará de hacer durante aproximadamente una década. Los Juegos se realizan cada dos años y en la última edición, en Calacalí 2022, ya se pudo retomar de forma parcial este simbólico acto, llevando la llama por varias parroquias.

Juan Carlos Gordón, presidente de la Liga Parroquial Calderón, relató a EXTRA que antes la antorcha pasaba por todas las parroquias y el recorrido tomaba varios días. Los anfitriones no quisieron que vuelva a perderse la tradición y decidieron traer la llama parroquial en un trayecto en autos desde Calacalí a San Antonio, y desde allí a San José de Morán, desde donde el recorrido se hizo a pie con representantes de cada equipo de la liga y algunos seleccionados de Calderón.

Aunque el plan era hacer pequeñas paradas en cada parroquia, en el primer punto, en San Antonio, se había generado gran expectativa y los deportistas acabaron ingresando al estadio para una vuelta por toda la cancha y un acto público. Eso retrasó el cronograma para el inicio del recorrido a pie de cinco kilómetros desde San José de Morán, provocando que el encendido se demore una hora y media.

Para entonces, se acercaban las 19:00 y el estadio de Calderón había quedado a oscuras debido a un corte no anunciado del fluido eléctrico, por lo que, incluso, el grupo de baile que tenía prevista su presentación debió adaptarse a que no se podía reproducir la pista musical y que finalmente bailarían solo con la banda de pueblo.

CALDERÓN QUIERE SER CAMPEÓN EN SU CASA

Ya dentro de la cancha, los pobladores de Calderón armaron un pasillo de honor alumbrando con sus celulares el paso de la tea olímpica, portada por Juan Martín Castillo, joven deportista seleccionado de baloncesto de Ecuador en la categoría sub-15.

El joven, orgulloso, encendió la llama parroquial en medio de la ilusión de los parroquianos que entre aplausos se decían unos a otros lo importante que sería ganar los Juegos en casa. “Para mí es un orgullo porque este pueblo me ha dado todo, estoy muy agradecido con Calderón porque gracias a esta parroquia soy lo que soy, así que siempre defenderé estos colores”, resaltó Castillo.

La ilusión es enorme y los deportistas de Calderón saben de la presión al ser la sede. “Recibimos la antorcha con mucho entusiasmo, somos los anfitriones y queremos lucirnos en este campeonato, tenemos mucha esperanza con nuestros equipos y queremos ser campeones de estos Juegos Interparroquiales”, apuntó Gordón.

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