Aquel día de octubre del 2007, cuando el informe médico del Aucas decía que el volante Jerson Stacio tenía una arritmia cardíaca, la vida del jugador cambió. Debía dejar a un lado lo que más le gustaba, lo que había soñado desde niño. El fútbol ya no era para él y si no hacía caso podía morir.

El diagnóstico fue muy claro para el futbolista que nació en Ventanas, Los Ríos, pero que alcanzó el triunfo con el Deportivo Cuenca cuando levantó la copa de campeón en 2005.

Tenía 30 años y por su forma de cuidarse pretendía jugar un tiempo más. La vida de Stacio en la actualidad es diferente. Es entrenador de fútbol y recuerda cómo el problema en su corazón le quitó lo que anheló de chico y lo que hizo su padre Urbano Stacio Tenorio, quien jugó en Barcelona.

- ¿Cómo te enteraste de la arritmia cardíaca?

- Después de una práctica tuve un dolor en el pecho y en el brazo, luego sufrí un desmayo, pensé que me iba de este mundo.

- ¿Qué sentiste cuando le dijeron que no podías seguir jugando?

- No entendía nada, pero luego fui asimilando que el deporte de alto rendimiento no era para mí, por mi problema en el corazón.

- ¿Cuál fue la reacción después?

- Sabía que se acababa mi carrera, mis sueños, mis metas, lo que más había anhelado y cuidado.

- Tenías muchos años y mucho fútbol por delante...

- Estaba en toda la etapa cuando un jugador alcanza la madurez deportiva y profesional. Pretendía jugar más tiempo.

- ¿Qué tal es que, para seguir vivo, debiste dejar lo que más amas?

- Es una decisión súper difícil, pero toca pensar en la familia, en los hijos. La vida sigue, a pesar de las dificultades.

- ¿Cómo fue el primer día después de saber que ya no ibas a jugar?

- Fue anecdótico, el club donde estaba ese año era Aucas, que me dio la posibilidad de quedarme como ayudante de campo.

Ese día me dieron el uniforme y cuando salí a la cancha vi a mis compañeros con una camiseta de otro color y yo con una diferente, al inicio dije: ‘ufff me equivoqué’ y al segundo recordé que ya no era más jugador. Las lágrimas se salieron, fue durísimo.

- ¿Tenías miedo de morir si jugabas un partido?

Cuando me dijeron que ese era uno de los riesgos y hace pocos días había muerto el camerunés Clement Atangana, de 22 años, en Vietnam, sabía que la mejor elección era dejar de jugar.

- ¿Después del retiro tuviste alguna dolencia?

Sí, sufrí un desmayo y tuve un dolor agudo en el pecho.

- Con tu experiencia, y sabiendo que lo de Joao Paredes tiene que ver con el corazón, ¿qué le dices?

- Que son situaciones a considerar y porque han ocurrido algunos casos. La vida es una sola, sé que es duro decir que no juegue, pero primero está la salud. Esto último lo digo con tristeza.

- ¿Tu actividad física cómo es ahora?

- Ahora practico deporte a bajo nivel y a manera recreativa.