En las horas previas a la final de revancha entre Independiente del Valle y Liga de Quito, prevista para el sábado 14 de diciembre, los hinchas de los equipos llegaban en orden al estadio Banco Guayaquil.

Los locales lo hacían en silencio, señalando que era una misión complicada revertir los tres goles de ventaja de los albos, pero con la ilusión de lograr la hazaña para sumar su segundo título de la LigaPro.

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"Fue un duro golpe perder en Casa Blanca, pero tengo la fe que daremos la vuelta al marcador y saldremos campeones. Es el momento para que los muchachos demuestren su mejor juego", comentó Pablo Arias.

Llegó junto a su familia para alentar a los negriazules. "Hemos venido a varios partidos, no nos podíamos perder la gran final. El año anterior también estuvimos presentes apoyando al equipo".

Caravana y fiesta

Del lado de Liga de Quito, los hinchas llegaban con la confianza que les daba la goleada conseguida en la primera final. Las barras organizadas se reunieron en el sector del Trébol, y en caravana con chivas, buses, motos y autos particulares iniciaron el recorrido hasta el escenario deportivo.

Los cánticos y el movimiento de las banderas se intensificaron en la recta final del trayecto. Algunos aficionados se animaron a subirse en el techo de los buses y recibían el apoyo de otros hinchas que salieron a las calles.

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El ingreso al estadio fue de forma ordenada. En la fila para acceder al recinto se encontraba Marcelo Donoso, quien contó que llegó desde Miami para alentar a la U. Analizó que "será clave contrarrestar los primeros 15 minutos que Independiente va a salir con todo, pasado eso se tomará el control del partido y seremos campeones".

De Loja, en cambio, llegó Diego Loján. No le importó viajar 10 horas para estar presente en el juego de definición del título. "Hay gran expectativa de conseguir otro título. Este estadio nos falta para dar la vuelta olímpica. Todo sacrificio vale por el equipo de nuestro corazón".

Agregó que también estuvo en el juego de ida y que una vez terminado el juego de revancha se dirigirá a festejar con el resto de la fanaticada en la pileta de la Universidad Central, sitio tradicional de las celebraciones de los albos.

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