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Glenda Morejón: de entrenar con zapatos rotos a celebrar una medalla en París 2024
La marchista ecuatoriana ganó la presea de plata en la prueba relevos mixtos maratón en los Juegos Olímpicos
Glenda Morejón ahora celebra una medalla olímpica en París 2024. Realizó un hecho histórico, ya que, junto a Daniel Pintado, consiguió la primera presea para Ecuador en la prueba de relevos mixtos maratón. Sin embargo, los inicios de la atleta ecuatoriana no fueron fáciles. Tuvo que buscárselas.
El 15 de julio de 2017, la imagen de la marchista imbabureña dio la vuelta al mundo. Ella consiguió la medalla de oro en el Mundial sub-18 de atletismo, que se desarrolló en Nairobi, Kenia, pese a que compitió con unos zapatos que estaban desgastados y tenían huecos en la suela.
Tras lograr esta hazaña, el 18 de julio de 2017 el entrenador que formó a la atleta ecuatoriana, Giovan Delgado, relató a EXTRA la inmensa emoción que sintieron sus familiares y cómo les invadió la nostalgia al recordar en todas las necesidades que había atravesado Morejón.
“Ella estuvo entrenando con los zapatos parchados”, reveló Delgado.
Resulta que, tres años antes del Mundial de Nairobi, la madre de Glenda, Carmen Quiñónez, pudo reunir ochenta dólares y comprarle unos zapatos para competir. La mujer, que trabajaba como vendedora de frutas en el mercado de Otavalo, provincia de Imbabura, se esforzó mucho para obtener ese dinero.
AGRADECIÓ EL ESFUERZO DE SUS PADRES
Glenda era consciente del sacrificio de su progenitora y de la complicada situación familiar que atravesaban. Por eso, se dedicó a cuidar esos zapatos como un valioso tesoro y solo los utilizaba para las competencias.
Antes de partir al Mundial, la marchista ecuatoriana sabía que era importante entrenar con el calzado adecuado, pero tenía demasiado temor a que se le rompieran y decidió utilizar unos “viejitos”, que estaban parchados y eran incómodos. Aun así, la joven, que tenía 17 años en ese entonces, logró colocarse en lo más alto del podio.
Y Morejón agradeció el esfuerzo de sus padres, en conversación con EXTRA, tras regresar al país con la medalla de oro colgada en su cuello. Ella se convirtió en la primera ecuatoriana en ganar una presea en la disciplina.
“Vengo de una familia muy humilde con seis hijos. Soy la última. El sueño de mi padre (Luis) fue siempre que uno de sus hijos llegue a ser un gran deportista y esté en un mundial. Me fui a África con una frase: ‘Primero van a tener que matarme para ganarme’”, dijo Glenda en 2017, que ahora ya ganó su medalla olímpica en París.
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