En las horas previas a la final de la categoría máxima de la liga San Roque, en el centro de la capital, Jeremy Andrango solo podía pensar en su padre, Fabio, que estaba internado en un hospital.

El futbolista, de 16 años, y que cumple con su primera temporada con Juventus, buscaba concentrarse en el juego por la corona, con la preocupación de la salud de su papito. Una vez que saltó a la cancha, el jugador dio todo con su velocidad y técnica para ser una constante salida por la banda derecha.

Fue una sufrida victoria para su equipo, por 2-1 sobre Olimpia, y con el pitazo final llegó el momento de desahogo para Jeremy. Se arrodilló y empezó a llorar mientras sus compañeros se acercaban a consolarlo.

“Este título le dedico a mi papá, que me motivó a jugar fútbol, y que ahora está en el hospital con un problema en los pulmones, espero que se recupere pronto”, contó Andrango.

Con la medalla en el cuello, confesó que se la llevaría a su padre para que le sirva de motivación en su proceso contra la enfermedad. Deseaba que él hubiese ido a verlo. Su madre Geovana y su hermana Micaela también saltaron a la cancha en busca de Jeremy para fundirse en un abrazo.

“Este triunfo es para tu papi, está muy orgulloso”, le dijo Geovana mientras trataban de contener las lágrimas. En la premiación, el joven jugador sonrió al recordar los consejos de su padre y por la felicidad de poder llevarle esta especial medalla.

DEBUT TRIUNFAL

Andrango, quien cursa el primero de bachillerato en el colegio Rafael Larrea, fue sumado como refuerzo para Juventus, el equipo que más títulos tiene en San Roque. “Jugaba en el equipo Río Verde y ahí me vieron. Un amigo llamado Eduardo fue el que me trajo a Juventus. Estoy feliz de salir campeón”, relató.

Jeremy es hincha de El Nacional y una de sus metas es llegar a ser futbolista profesional y defender la camiseta de los puros criollos.