Felipe Caicedo cuando se jugaba el minuto 98 del partido y Lazio iba empatando 3-3 con el Torino, el ecuatoriano se acordó que su otro nombre es Salvador y se dedicó hacer efectivo eso al anotar el gol ganador y el 4-3, algo épico.

El festejo del tanto fue a lo grande; tenía toda la razón para celebrarlo y lo hizo sacándose la camiseta.

Al final el compatriota sacó todo lo que tenía guardado y dijo: "Fue una gran emoción, el equipo se merecía esta victoria. Nunca nos rendimos, es el ánimo que nos arrastró el año pasado. Fue un momento especial".

Además FelipaO narró como fue su anotación: "Cuando entré al área en el último minuto solo quería marcar. Trabajo para esto, Lazio nunca muere. Ahora se viene el Zenit por la Champions, un partido difícil. Los conozco bien, nos espera un partido difícil".

Caicedo tiró de su olfato goleador en el último suspiro del encuentro del estadio Olímpico Grande Torino de Turín y se anticipó al defensa camerunés Nicolas Nkoulou y al portero Salvatore Sirigu para darle tres trascendentales puntos al Lazio.