Si lo logró una vez, sabía que lo iba hacer bien", son las palabras de Nicolás Pintado, hijo del machista campeón olímpico originario de la capital azuaya.

Lea también: Andrés Montaño en París 2024: quedó eliminado de los Juegos Olímpicos

Toda la familia Pintado Álvarez siguió la premiación de Daniel Pintado y Glenda Morejón tras haberse hecho con la presea plateada, desde la casa en el barrio de Miraflores, al norte de Cuenca.

No importó el cansancio que se veía en sus rostros y en esta ocasión llegaron hasta la casa de Elizabeth Pintado, hermana mayor del campeón, quien se dejó embargar de la emoción y mientras lo veía cumplir sus sueños.

"Mi hermano siempre quiso esto. Trabajó desde muy pequeño porque quiso ver su sueño cumplido. Se esforzó y se volvió a esforzar una tras otra hasta que lo logró", comentó Elizabeth.

Para la familia de Pintado el sueño recién inicia y confían ciegamente que vendrán más alegrías deportivas.

Para David la doble medalla olímpica solo es el resultado de las largas horas de esfuerzo y sacrificios personales que ha hecho su compañero de pista.

Eulalia Álvarez, madre de Daniel, señala que ella les impulsó tanto a Daniel como a David que realicen actividades deportivas para tratar de encaminar su tiempo libre.

"Ellos son los últimos de mis hijos y eran niños muy activos. Les poníamos a correr en todas las carreras para que gasten sus energías y traían medalla", recuerda.

Para esta madre, orgullosa de su hijo, es motivo de tranquilidad que Daniel regrese a Cuenca con sus sueños cumplidos. "Ahora puedo morir en paz".

Nicolás Pintado espera con ansias el encuentro con su padre y asegura que lo primero que hará es abrazarlo y llenarlo de besos. "Es una mezcla de emociones. Cuando llegue le abrazaré mucho", dice. Para el pequeño niño su padre ya es "historia de Ecuador".

Toda la familia Pintado Álvarez está expectante a espera del retorno de Daniel y aseguran que solo queremos abrazarlo y expresarle lo felices que están por él.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!