Fabián Bustos es uno de los ‘culpables’ de los éxitos que Barcelona ha cosechado en la Copa Libertadores. Los aciertos tácticos del argentino y su particular forma de vivir los partidos desde el borde de la cancha lo han puesto en la vitrina internacional.

Pero este miércoles 22 de septiembre conocerán al Toro, sin la ansiedad que lo consume en los duelos del Ídolo, en su ‘estadio’ familiar y con la ‘presión’ de su gente.

- ¿Cómo saca el estrés de tantos partidos de LigaPro y Copa Libertadores?

No soy de desconectarme completamente, lo que trato de hacer es poder estar con la familia cuando tengo algo de tiempo, pasar con mis hijas (tiene tres), mi esposa, mi madre y amigos. Si hay tiempo voy a una granja con las pequeñas para que vean los animales o me voy a la playa. Pero este año no ha existido tiempo para eso y estoy contento, porque he estado ocupado en los dos torneos, que es algo que nos gustaría que todos los años pase.

- Pero en algún momento se desconecta de Barcelona... ¿Existe la hora sagrada?

Por lo general en la noche, bien tarde, después de la cena, pero depende del horario de los partidos. Cuando me desconecto me gusta ir al cine o ver películas en la casa, eso me ayuda a desconectarme. Pero primero es ver el fútbol en vivo, sin importar la hora.

- Usted gasta mucha energía durante los 90 minutos, lo vemos caminar, discutir con los árbitros, saltar, nunca está quieto...

Me gustaría jugar, pero no lo puedo hacer porque ya estoy grande (52 años) y no me da la capacidad de correr. Pero me gusta mantenerme activo. Siempre las palabras que doy son de aliento. Nunca hablo cosas negativas. No me agrada quedarme sentado, me gusta vivir el partido.

- Hay gente que se pesa antes y después de los partidos y se dan cuenta que bajan de peso por el desgaste, ¿lo hace?

No me he pesado, pero como tomo mucha agua me doy cuenta que se pierde peso, pero eso pasa cuando se juega en Guayaquil.

- Su camiseta color palo de rosa se hizo una leyenda urbana, ¿es su cábala?

Lo cierto es que la uso por lo general cuando jugamos de local, con esa camisa solo he perdido una sola vez y la uso muy seguido. Gracias a Dios los resultados han sido buenos, pero no es cábala, solo una costumbre. Cuando vamos a jugar a la Sierra, la cambio.

- ¿En qué gasta más dinero?

Creo que en la comida, tenemos una familia numerosa y nos gusta comer bien. Y la mejor plata gastada es en viajes, eso te ayuda a crecer conociendo otras culturas.

- ¿Y en qué se considera tacaño?

No soy tacaño, pero no uso joyas, solo una cadena de hace muchos años, tengo el carro que me gusta, pero no me muero por tener el último modelo.

- ¿Es vanidoso?

Siempre me ha gustado arreglar mi ropa, pero no soy ostentoso. Mi madre, que ahora la tengo en Guayaquil, puede decir eso. De chico, cuando trabajaba, me compraba mis cosas. Aunque para una fiesta me gusta arreglarme.

- Para una fiesta se pone todo el ropero.

Nooo, todo el ropero no. Un traje normal, nada ostentoso.

- A la hora de cocinar platos ecuatorianos, ¿cuál le queda como un golazo?

Me encanta la comida manabita, los ceviches, corviches, encebollado, pero creo que lo único que sé hacer son los asados. Un pescado asado me debe salir bien.

- ¿Ha podido dormir estas noches antes de la semifinal?

Sí. Sé de la responsabilidad y del sueño del club. Estamos ansiosos, pero gracias a Dios duermo bien, sé lo que la gente quiere, pero para eso hay que trabajar.

- ¿Cómo se vence la ansiedad antes de un partido?

Haciendo cosas, viendo más fútbol, informándome más. No siento la ansiedad, porque trato de pasar ocupado en lo que me gusta y también estando con la familia.