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El exfutbolista tuvo que sortear varios obstáculos para lograr que su hijo viaje al Mundial Sub-17 de Brasil.Cortesía

Silvano Estacio caminó más de 12 horas por su hijo

El exfutbolista tuvo que sortear varios obstáculos para lograr que su hijo viaje al Mundial Sub-17 de Brasil.

Dicen que por amor un padre hace hasta lo imposible por ver felices a sus hijos. Eso lo demostró Silvano Estacio, quien tuvo que caminar 12 horas para cumplir con el sueño de su hijo Silvano Jr: viajar al Mundial Sub 17.

Y es el descendiente del exjugador de Emelec fue convocado a la selección nacional Sub 17, por lo que necesitaba la firma de su padre para poder salir del país.

Por ello, Estacio hizo lo imposible para autorizar el viaje, aunque antes de eso tuvo que sortear varios obstáculos que se presentaron en el camino.

Silvano, de 37 años, le contó a Extra todo lo que tuvo que pasar. El actual jugador del club Chacarita de Pelileo, de la Segunda Categoría, indicó que el lunes salió de Ambato, pero como no encontró buses interprovinciales “por el paro que atraviesa el papis”, le tuvo que alquilar una moto a un compañero.

“Como no encontraba buses tuve que arriesgarme a alquilar una moto. Viajé desde Ambato a Quito, pero en el camino me topé con las vías cerradas. En varios puntos tuve que pagarle a los manifestantes, para poder avanzar, pero cuando llegué a Latacunga me topé con una manifestación, me lanzaron piedras, palos y tuve que desviarme a Saquisilí”, recordó Estacio.

El también jugador del Deportivo Cuenca, Manta FC, entre otros equipos nacionales, manifestó que en Saquisilí pasó la noche y que a las 05:00 emprendió rumbo “a pie” hasta Quito.

“Tenía que llegar como sea el martes 8 de octubre a encontrarme con mi hijo en la Casa de la Selección en Quito. Así que salí muy temprano, porque sabía que si no encontraba algún medio para llegar, me tocaba caminar y así fue. Fueron doce horas de recorrido, pero la satisfacción de cumplir con mi hijo valió la pena”.

Estacio que llegó a las cinco de la tarde del pasado martes llegó a la Casa de la Selección y cuando vio a su hijo soltó algunas lágrimas de alegría.

“Fue una experiencia inolvidable. La verdad que el sacrificio y el cansancio quedó a un lado, al ver la sonrisa de mi hijo, ya que podrá cumplir con su sueño: jugar el Mundial”.

Ahora Estacio se encuentra en la Casa de la Selección, esperando que pasen los inconvenientes en el país. “Ya hablé con el técnico de mi equipo. Me van a esperar hasta que todo se solucione”.