En la final de la Copa Biloxi, torneo organizado por policías y militares en servicio pasivo, Escuadrón XIII demostró su solidez defensiva y gran contundencia para quedarse con el título.

La victoria por 4-0 sobre Unión Policial fue el cierre perfecto a una gran campaña del equipo conformado por expolicías que formaron parte de la promoción número 13 de San Miguel de Bolívar.

Édison Ramírez, quien es el arquero y capitán del club, fue el artífice de reunir a sus excompañeros con el objetivo de seguir unidos y mantener el lema de en cuerpo sano, mente sana.

“Es un gusto compartir en la cancha con mis compañeros. Cuando estuve activo formé parte de la Interpol, Policía Judicial y también del servicio urbano”, detalló Ramírez, quien se convirtió en una muralla para los delanteros rivales. “Tuve unas buenas atajadas, pero salimos campeones por el trabajo y esfuerzo de todo el equipo”, resaltó.

Del otro lado de la cancha, Byron Casillas fue el encargado de marcar los goles del Escuadrón XIII. El delantero señaló que la cábala es tener a su familia en las gradas, y que cada grito de gol “lo dedico a mi hija Dayana que está en el cielo desde hace 16 años”.

Destacó la emoción que siente cuando salta a la cancha para jugar con sus amigos de las filas policiales y enfatizó la figura de Ramírez “para poder seguir unidos”.

Casillas fue parte de los uniformados por 21 años, la mayor parte en la Policía Judicial, y se mantiene en forma saliendo a trotar todos los días a partir de las 04:30. “Siempre he jugado fútbol y volley. El deporte ha estado presente en mi vida”, manifestó Casillas, quien espera seguir marcando goles para dedicarlos a su querida Dayana.

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