Liga Deportiva Universitaria de Quito perdió 1-2 ante Santos de Brasil, la noche de este martes 24 de noviembre en el estadio Rodrigo Paz Delgado, por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores.

Si quiere meterse entre los ocho mejores del continente, el equipo ecuatoriano tendrá que ganar por dos goles de diferencia en la revancha el 1 de diciembre en Vila Belmiro.

En el partido de este martes, los albos tuvieron muchos problemas para imponer su estilo. Se notó en la cancha las seis ausencias por lesión y COVID-19, ya que en la zona medular no hubo la generación acostumbrada. Tampoco la claridad para encontrar los espacios cerca del área rival.

Como consecuencia, el partido fue tranquilo para un Santos que priorizó la defensa, pero que cuando se animó a lanzarse al ataque provocó mucho peligro.

Inclusive, al primer minuto ya exigió al golero Adrián Gabbarini y al octavo abrió el marcador gracias a Yeferson Soteldo.

En el plantel quiteño, Billy Arce y Jhojan Julio fueron los más movedizos. Invitaron con frecuencia a un Pedro Pablo Perlaza que llegó hasta la última línea, pero que casi siempre se equivocó en el último pase.

Tanta fue la marca que impuso Santos, que el gol del empate albo llegó de contraataque. El cuadro brasileño cobró un tiro libre ofensivo, pero los azucenas recuperaron la pelota, la tomó Billy Arce y se corrió toda la cancha hasta llegar al área rival. 

Él remató pero el balón fue atajado por el golero, sin embargo, apareció Jhojan Julio para tomar el rebote elevado y anotar con golpe de cabeza, justo antes del descanso.

En el segundo tiempo el trámite fue similar. Liga de Quito tuvo la pelota, se acercó mucho al arco rival, pero Santos fue más peligroso.

Y como producto de ello, los brasileños volvieron a adelantarse en el marcador. Marinho ingresó al área y fue derribado por Andersson Ordóñez. El juez pitó penal y el propio Marinho lo ejecutó y marcó a los 59 minutos.

El resto del partido fue una copia, con un cuadro local siempre luchador, con un Perlaza intentando desbordar, con los volantes rematando desde fuera del área, pero con un Santos controlando todo, consumiendo el tiempo y llevando el juego hacia su zona de confort.