El fútbol siempre ha sido un campo de héroes y villanos, y en el encuentro entre Ecuador y Venezuela, cuatro jugadas cruciales, protagonizadas por tres personajes, sacudieron el partido y dejaron una huella que duele, perdimos el partido (2-1).

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En el primer acto, Enner Valencia, sin saber si se transformaba en un karateca o en el famoso luchador de la WWE, The Undertaker, lanzó un patadón que le otorgó un récord inesperado en la Copa América. Enner se convirtió en el primer expulsado de la Tri después de su feroz patada a José Martínez. 

Así, el primer villano de la noche fue Enner, cuyo acto impulsivo llenó las redes sociales de memes, recordando tanto el patadón de Agustín Delgado cuando jugaba en Liga de Quito como las hazañas de The Undertaker.

Pero no todo fue oscuridad. En el segundo acto, Jeremy Sarmiento se robó el espectáculo sin tanto alboroto. Como un ángel caído del cielo, Jeremy con una jugada llena de fe y un gol crucial nos brindó el mejor momento del partido. En las paredes de Ecuador, en tiempos de política, se leía “Sarmiento es pueblo”, una frase que esta vez fue repetida por Miguel Ángel Loor, de LigaPro.

Sin embargo, tras este destello de esperanza, la tristeza se apoderó del ambiente.

Y si le queremos añadir “morbo” a la historia, diremos que fue un ecuatoriano que no nació ni creció en Ecuador quien nos dio el gol.

En el tercer acto, William Pacho, quien había sido un héroe, tuvo dos fatales pestañeos y se convirtió en el villano de la película. Un defensa no puede fallar, y esa noche, Pacho no pudo dormir. Los goles de Venezuela pasaron por él, algo increíble, pues nunca había fallado, pero esa noche le tocó.

Esta telenovela futbolística nos mostró que en el campo de juego, tanto héroes como villanos pueden surgir en cualquier momento, y esta vez, la Tri vivió ambos extremos. Héroes que brillan y villanos que caen, todo en un solo partido.

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