Tengo un espinita desde hace muchos años. Mi esposo, con quien llevo 23 años de casada, era seleccionado de Ecuador. Una vez ganaron un partido fuera del país, todo era felicidad.

Pero resultó que con el pasar de los meses llegaron unas fotos a mi poder. Eran de papel, en ese tiempo los teléfonos no tenían cámaras.

Luego de aquel encuentro existió una celebración en “voz baja”, la verdad que no había cervezas ni trago en las gráficas, no había motivos para mentir. Lo raro de la situación es que en la foto estaban unos directivos y “unas cantantes”.

Hasta ahí todo en orden, pero lo que casi nos causa el divorcio fueron esas cantantes, que eran “periodistas”.

Cuando tuve la copia de las fotos le reclamé fuerte a mi marido, el muy... me dijo que eran “reporteras” y que cubrían los entrenamientos siempre.

Tenía dudas, la forma como estaban vestidas me decía otra cosa. Con las fotos en mano comencé a hablar con reporteros amigos y me dijeron que a esas “colegas” jamás las habían visto. Hicimos una “investigación” y todos decían que esas chicas guapas no eran de Ecuador.

Mi marido murió en su ley, dijo que eran “periodistas” y punto. Volvimos a discutir, han pasado tantos años y él se mantiene en eso, nunca le creí, luego me enteré que eran “amigas internacionales” de uno de los duros a nivel dirigencial.

Ha pasado el tiempo y a veces recordamos eso, pero mi hombre se hace el “loco”.

Estoy segura que alguna travesura hicieron en ese festejo, pero él lo niega. Hace cinco años una amiga me confesó que a ese directivo le gustaba invitar a varias chicas, pero para confraternizar... nada más. Tampoco le creí.