El carnaval de Río de Janeiro se trasladará a las gradas del estadio George Capwell en Guayaquil. Al menos, eso vivirán los hinchas y socios eléctricos en todas sus localidades durante el Clásico del Astillero, entre Emelec y Barcelona.

Hasta el viernes 10 de octubre, la venta de entradas avanzaba con normalidad y se prevé lleno total en La Caldera, es decir, unas 35.000 almas asistirían al denominado "partido inmortal del fútbol ecuatoriano".

Del lado de la tribuna San Martín, 16 agrupaciones de socios eléctricos, cada una conformada por entre 25 a 30 personas, han planificado este recibimiento en los últimos 6 meses, pues sabían que a final de temporada el clásico sería “decisivo”.

“En la primera etapa nos decían que bajaríamos a la Serie B y ahora estamos a 4 puntos de clasificar a la Copa Sudamericana 2024. Ha sido un año inusual y durísimo, pero nosotros nunca abandonamos. Hemos demostrado fidelidad y pese a pelear el descenso seguimos siendo la hinchada más taquillera del país”, afirmó un barrista de la tribuna San Martín, que prefirió el anonimato.

La fuente azul comentó que la San Martín contará con el “lanzamiento de papel picado y globos”, que harán bulla “con tubulares”, y que adornarán “con tifos (mosaicos) y lienzos” la localidad con mayor aportación de socios eléctricos. Unos “4.000 entre activos e inactivos”, señaló.

Sin embargo, lo que sin duda resaltará será la tradicional bandera colocada a manera de cinturón que detalla: “Creciste en el Astillero para ser el primero del Ecuador”, aludiendo al título de 1957, cuando Emelec se coronó el primer campeón del balompié nacional.

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La concentración de esta agrupación está pactada al mediodía en las calles Guaranda y San Martín / Guaranda y Argentina. Posteriormente, a las 15:00, unos 60 socios y miembros de la tradicional Boca del Pozo ingresarán al reducto deportivo para alistar la logística del recibimiento.

Una fiesta a la que ningún emelecista querrá ausentarse. De ahí lo vital por sumar tres puntos que les mantengan firmes y ‘pescar’ el boleto a la Sudamericana. Claro está, si el partido es cuesta arriba, al unísono se oirá: “¡cuando Emelec anda mal, su hinchada lo hace ganar!”.

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