Jhon Jairo Cifuente se robó el protagonismo del partido de Universidad Católica ante Fuerza Amarilla este domingo 4 de noviembre.

El delantero fue dueño del show, pero no precisamente por su desempeño en la cancha. Al ser cambiado en el minuto 66’ salió del campo lanzando insultos contra el técnico Marcelo Romano, reclamándole por su decisión de sacarlo.

El jugador tuvo una pésima jornada ante el cuadro de Machala, porque cada pase, remate o movimiento que intentaba le salía mal.

Incluso se perdió opciones claras de gol que cualquier otro jugador las hubiera marcado y que él, en un mejor día, hubiera aprovechado. Pero estaba atrapado es un estado de desesperación que le hizo estar ‘peleado’ con la pelota, fuera de sintonía.

A pesar de que el técnico quiso darle confianza manteniéndolo en cancha aún con sus errores, más tarde vio la necesidad de incluir a Luis Miguel Escalada y el cambio fue por Cifuente.

El delantero salió, pero se desquitó de todo con Romano, que dirigía su último partido con el primer equipo. “¿Por qué no me sacas, hago el gol. Hijo de...?”, llegó a decirle, mientras le reclamaba con airados gestos.

Cifuente se marchó entre abucheos de la gente, que reprochó su mal partido y sobre todo, su actitud.

El jugador siguió su rabieta con patadas a uno de los asientos del banquillo y al finalizar el partido se retiró, cabizbajo, directo al camerino. Tal vez porque solo entonces recordó que en la tribuna estaba el nuevo técnico del equipo, analizándolo todo.

Efectivamente, el colombiano Santiago Escobar ya le puso el ojo al delantero, pero por su comportamiento.

Al terminar el encuentro fue categórico al afirmar que ese tipo de reacciones no se justifican, que “son una falta de respeto a la afición, a los compañeros y al técnico”.

El nuevo estratega apenas ha empezado a conocer a la plantilla, pero ya adelantó que charlará seriamente con Cifuente porque “por muy buen jugador, por más goleador que sea, esas actitudes no las vamos a pasar”.