¿Vas a Catar?, cuidado de estar viendo a las mujeres. ¡Ojo!, no puedes tomar trago ¿Y cómo vas hacer con el idioma? ¿Qué vas a comer? ¿Y vas a pasear? ¿Allá todo es caro? ¿A qué hora vas a dormir? Cuidado con tus bromas.

Cuando emprendimos el viaje a Catar y Dubái, las interrogantes eran grandes, lo de Dubái ya lo habíamos manejado bien, debido a que es un país más abierto a las costumbres occidentales, pero había el rumor que en Catar todo era más cerrado en sus costumbres.

¿Y quién dijo miedo?, llegamos a Catar con muchas ideas raras, pero hay que estar en el lugar para sacarnos todas las dudas.

Lo mejor de todo fue llegar sin intérprete, sin guía, sin una hoja de ruta... un mochilero más.

La majestuosidad del aeropuerto te deja con la boca abierta, en realidad se pasan gastando dinero, una computadora con internet en el lugar es gratis, por si acaso no tienes internet.

Con poco dinero, puedes pasar de ser un ecuatoriano normal, a tratarte como un jeque, un BMW de esos lujosos te lleva al hotel.

Y AHORAAA...

Lo primero que comienza a hacerse realidad es su religión islámica, eran las 12:00 y estábamos en una tienda de celulares comprando el chip, cuando un señor se arrodilló y se puso a orar, fue impresionante el agradecimiento que ellos le tienen a Alá.

Creíamos que esa costumbre no era tan fuerte, pero sí lo es. Dos cuadras más allá, en una mezquita, la gente se sacaba los zapatos y entraban a su rezo, créanme, ellos tienen la fe más fuerte que los occidentales.

LA VESTIMENTA

¿Las mujeres andan tapadas?, eso es lo que se dice, pero la realidad es diferente, claro que andan tapadas, pero las locales, a unas solo se les ve los ojitos, pero la mayoría, que son personas que llegaron de otros países, andan vestidas de la manera más normal.

Debido a que el clima es fuerte, es raro encontrar gente en las calles, mejor dicho las que salen van a los malls, tiendas o te las encuentras en el Souq Waqif, y por qué se habla tanto de este mercado, es porque es el único que hay, el más famoso, el más occidental.

CUIDARSE DE LOS TRAJES DE BAÑO

En las playas y piscinas es normal ver a las mujeres extranjeras o que son de otros países y trabajan en Catar en trajes de baño, pero lo que no pueden hacer es salir de esos lugares e irse al hotel en traje de baño, es decir nada de exhibicionismo.

Mientras que los hombres, nada de mostrar más de lo normal, una pantaloneta para bañarse y short bajo de la rodilla si desean caminar por las calles, si van en pantaloneta por las calles no le dirán nada, pero tampoco es bien visto.

SEXO NOOO

La prostitución es palabra prohibida en Catar, mejor de eso ni hablar. Y para los locales, nada de ‘grillería’, deben de ser fieles a sus señoras. Por acá es normal tener de dos a tres esposas. Y lo de la prostitución será efectivo en los mundiales, por 30 días esos gallos bellos que viajan a Catar estarán en modo fidelidad, pero no es por decisión de ellos, es porque las reglas del país sede del Mundial es así.

¡Ojo!, a los que van con sus esposas, novias o queridas, nada de andar haciendo cositas en lugares públicos, si son descubiertos, seguro que pasarán un mal rato en la Policía, mejor se ponen modo fútbol y a disfrutar Catar.

A esto hay que sumar que es mal visto andar con muestras de afecto en la calle, darse un piquito no hay problema.

Para las personas del mismo sexo y son pareja, sí pueden caminar tomados de la mano.

SIN PROPINA

Dar propina no es obligación en Catar, es más lo miran como extraño. Se paga la cuenta y nada más. Y si usted quiere pedir algo desde su mesa, ni de broma puede levantar las manos ni el dedo.

VENTA DE PAJARITOS

Mientras que en las calles de Ecuador la venta de pájaros y aves es prohibida, en Doha la venta de estos es normal, en el centro de la capital catarí, en el mercado Sout Waqif, hay dos calles que se dedican a vender toda clase de pajaritos. Es decir hasta pueden traer una mascota del Mundial.

EL BENDITO IDIOMA

En Catar, el idioma oficial para los que entran al país es el inglés, pero vivir una experiencia que tenga adrenalina pura es saber poco inglés, suena raro, pero es real y que los lugareños se den cuenta que lo tuyo es el español, es una aventura a otro nivel. Pero si sabes un inglés fluido, no pasa nada. Ni se darán cuenta que no eres de ahí.

Es una experiencia para hacer amigos, cuando se dan cuenta que el inglés no es lo tuyo, comienza un intercambio de gestos y palabras que al final sale ganando el que visita Catar.

Una de las cosas más espectaculares es que la gente de Medio Oriente quiere saber palabras en español, pero si en vez de darle las oficiales les das las ecuatorianas, el nivel de aventura sube, como por ejemplo, decirle que ellos son nuestros ñaños, y escuchar esa palabra entrecortada es brutalmente para sacar el estrés, o la cara, decirles que se llama careta.

Si te vas a Catar disfruta de un país lleno de aventuras, con la seguridad al máximo, nadie te va robar ni faltar el respeto.