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Carlos 'Ñato' Maridueña: "Mi chilena fue mejor que la de Ephanor"
En entrevista con EXTRA, el histórico zaguero de Emelec repasa su dilatada trayectoria deportiva, su encuentro con Rey Pelé y su vida tras el retiro
Conversar con Carlos Maridueña (79 años) es como revivir la historia de Emelec. El Ñato, como también se lo conoce, es un histórico zaguero del Bombillo. Su nombre está grabado en la consecución de la estrella de 1965, la tercera del club. El espigado defensa dominaba ambos perfiles.
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Quienes tuvieron la fortuna de verlo coinciden en que poseía un estilo elegante. Según sus propias palabras, era un experto para anticiparse a los movimientos de los delanteros y disfrutaba de salir jugando con el balón al suelo.
En entrevista con EXTRA, Maridueña rememora su exitoso pasado como futbolista eléctrico, donde militó durante casi una década. Posteriormente, recaló en Liga de Portoviejo, donde recuerda con especial cariño la chilena que ejecutó en un partido ante Valdez, la cual, a su juicio, supera en estética a la del brasileño Víctor Ephanor, leyenda del Barcelona. También habla de su encuentro con el mítico Pelé y de su vida tras el retiro.
- Con apenas 19 años debutó en Emelec, ¿le temblaron las piernas?
Estaba con la selección de Ecuador en el Preolímpico de Lima. Cuando regresamos, el entrenador Fernando Paternoster me subió a la mayor. Mi primer partido fue en Quito. El titular era Alberto Cruz Ávila, él se lesionó y el profe me dio la oportunidad. Ganamos 2-0 y de ahí no solté la titularidad.
- Un año después quedaron campeones ¿Qué sintió al ganar el tercer título nacional en la historia de Emelec?
Mi mejor campaña fue en 1965. Fuimos campeones invictos. Ese equipo era fabuloso. Compartía pareja de central con Calonga. En ese año el equipo volaba.
- ¿Quién fue el jugador más talentoso con quien compartió camerino?
Jorge Bolaños era distinto. Hasta la fecha veo a un jugador con sus cualidades. Dejaba tres a cuatro tipos en el suelo y tocaba la pelota, era servidor, un 10 legítimo. Fernando Paternoster nos decía que le demos la pelota al Pibe Bolaños y él resolvía.
- ¿Cuál es la principal diferencia que identifica en el fútbol de antes al actual?
En características no veo a jugadores creativos ni pensantes. Y en la mentalidad, que ahora solo se quiere ganar plata. No piensan en las personas que están haciendo el sacrificio, que dejan de comer por ver un espectáculo. La mayor parte de partidos en Ecuador no son idóneos para que la afición vaya al estadio. En el caso de Barcelona y de Emelec veo a jugadores sin fundamentos para jugar, botan la pelota a los costados, y hasta son extranjeros. Ya no arman equipos como antes.
- Entonces, ¿usted cree que ya no se juega por amor a los colores?
La mentalidad pasa desde la misma directiva. Antes no desarmaban equipos. Recuerdo que Guadalajara de México quiso contratar a Cirilo Fernández (delantero), Jorge Bolaños (volante creativo) y a mí, pero don Antonio Briz y Munir Dassum nos dijeron que no podíamos vendernos porque éramos la columna vertebral del equipo. Ahora hasta se los llevan al aeropuerto para venderlos.
- ¿El delantero que más dificultades le dio al momento de defender?
En los Clásicos del Astillero me costaba marcar al brasileño Helio Cruz. Era un tipo que me trotaba todo el centro de ataque y a veces no sabíamos quién debía marcarlo. Y que sea nacional, Félix Lasso.
- Estuvo casi una década en el club, ¿cómo se da su salida de Emelec?
Jorge Lasso era entrenador y uno se da cuenta cuando te quieren banquear. Yo era capitán y veía que el profe me cambiaba porque ya lo habían comprado a Jefferson Camacho. Vino una gira en Nueva York y me quedé en los Estados Unidos, de rebelde.
- ¿Cuál fue el entrenador que más lo marcó?
El colombiano Leonel Montoya fue hasta mi padrino de matrimonio. Me dirigió en Liga de Portoviejo. Era muy psicólogo, le daba la oportunidad al jugador y no era traicionero, hablaba las cosas como debía si no llegaba a un acuerdo con el dirigente.
- Tras su paso por Liga de Portoviejo, ¿en qué momento decidió colgar los botines?
Llegué a Portoviejo a los 28 años y me retiré a los 33. Los equipos pequeños siempre se basan en la taquilla para pagar y nuestra hinchada no se comparaba a la de grandes como Barcelona, Emelec y Liga, que siempre han tenido solvencia. Nos debían mucho y decidí retirarme.
- ¿A qué se dedicó tras su retiro?
Siempre me ha gustado trabajar. A veces el jugador se perenniza porque se retiran del fútbol y creen que siguen siendo los mismos de antes. Tras mi retiro, me dediqué a trabajar en la compañía de la familia de mi esposa, que era una importadora de repuestos de carro. También estuve en la campaña de León Febres Cordero, me dieron un cargo de despachador de aduana y estuve 16 años.
- ¿El mayor recuerdo que atesore del fútbol?
Estábamos en México y el Santos de Brasil andaba de gira. Llegamos a la capital y nos hospedamos en el hotel Palace, donde estaba Santos y junto a Galo Pulido aprovechamos para tomarnos una foto con el Rey Pelé. Fue inolvidable.
- ¿Y dentro de la cancha?
Hay una foto que me tomaron jugando contra Valdez en los Reales Tamarindos. Souza Duarte sale mal a cortar una pelota y en el rebote la despejo de una chilena que va hasta la media cancha. Yo no he visto algo así. Hay gente que me habla de la chilena de (Víctor) Ephanor, pero esa queda mediana comparada con la mía.
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