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La ilusión en los aficionados barcelonistas era evidente.Sebastián Gallo

Los barcelonistas en Madrid, de la expectativa a la resignación

Un grupo de hinchas residentes en la capital española no pegó el ojo en toda la noche por ver a su equipo. Ellos hablaron con EXTRA 

No importaron los 8.827 kilómetros de distancia entre Ecuador y España. Tampoco la diferencia horaria, que los mantuvo despiertos prácticamente toda la madrugada. En una planta baja de un condominio del sector Vallecas, al sureste de Madrid, una decena de hinchas, integrantes de la agrupación Sur Oscura Madrid, se reunió para alentar a Barcelona, en el partido ante Flamengo de Brasil.

La congregación inició unos minutos después de la medianoche del miércoles. Las latas de cerveza, los vasos de ron, combinados con videos de cánticos de la barra brava, proyectados desde un televisor pantalla plana de unas 46 pulgadas, fueron parte del ambiente previo al duelo, correspondiente a la semifinal de vuelta de la Copa Libertadores.

Los barristas contaban los minutos con ansiedad. Instantes antes del pitazo inicial, realizaron un brindis y luego cantaron al unísono: “¡Jugadores, escuchen a su gente, queremos ser campeones de la Libertadores!”. Eso sí, las canciones fueron coreadas sin tanta bulla, debido a que ya el reloj marcaba las 02:30 de la madrugada y nadie quería tener problemas con algún vecino del barrio.

Las caras largas fueron evidentes, tras el segundo gol brasileño de la noche.cortesía

Al final, no hubo milagro y Barcelona quedó eliminado del torneo continental. “No me puedo morir sin ver a Barcelona campeón de la Libertadores”, decía Fabricio Ponce, uno de los coordinadores de la Sur Oscura Madrid, con cierta desazón, sentimiento que fue compartido por todos sus compañeros tras el epílogo del juego (a las 04:30).

Tras la reunión, el guayaquileño, quien migró de Ecuador hace 19 años, y otro de los miembros de la barra se dirigieron por las mismas a sus trabajos, ya que tenían que ingresar a las 05:30. A pesar del resultado adverso, Fabricio, quien labora en una empresa multinacional de bebidas, es optimista y cree que la escuadra dirigida por Fabián Bustos aún puede pelear la segunda etapa de la LigaPro 2021.

HINCHAS LEJOS DE SU TIERRA

En julio del 2000, Andrés Narváez, con tan solo 15 años, viajó de su natal Guayaquil a España para no volver más. Dice que viajó por estudios.

Luego de graduarse como bachiller en el país ibérico, ingresó a la universidad para estudiar administración de empresas, pero no terminó la carrera. Hoy, Andrés se desempeña como auxiliar de enfermería desde hace 13 años y es uno de los miembros más antiguos de la Sur Oscura Madrid.

“En Guayaquil, yo tenía entre 13-14 años cuando iba (a la Sur Oscura), yo soy de Sauces 6, así que ese era mi gajo. Fui al Monumental hasta los 15 años. Mi último partido no lo olvidaré, fue en el Estadio Capwell: los dos goles que le hizo (Gerardo) Traverso a Emelec, recién llegado (triunfo de Barcelona 1-2, en el 2000). Se armó una ‘piedriza’ al final del partido, pero yo estuve ahí”, cuenta con evidente nostalgia.

Andrés, de 36 años de edad, cuenta a EXTRA que los hinchas amarillos se comenzaron a reunir de manera coordinada desde 2003 y luego el fenómeno Barcelona se comienza a ‘regar’ por distintas partes de Europa: Cataluña, Italia, Bélgica, etcétera.

Pero esto no solo se trata de reunirse para ver partidos. Desde 2018, los seguidores realizan actividades similares a las de la Sur Oscura guayaquileña: pintan trapos, bombos. Incluso, celebran juntos no solo los aniversarios de la barra, cada 13 de septiembre, sino también las fiestas de Guayaquil, Navidad, Año Nuevo (hasta queman años viejos). El punto de encuentro es en un parque del sector Villaverde, distrito ubicado al sur de Madrid.

Andrés dice que ha logrado compaginar de buena manera su lado personal y laboral con su faceta de barrista. “El amor por Barcelona sobrepasa cualquier cosa. Nos dicen locos, que ‘¡ah! ¿Te vas de madrugada?’, pero no pasa nada, y si ganas o pierdes y trabajas a las 06:00, pues vas con amor, porque viste al campeón, al amor de tu vida que es Barcelona”.

El aficionado explica que no ha vuelto a su país en 21 años por distintas circunstancias, una de ellas, es que ya tiene a toda su familia en España. Sin embargo, él se imaginó por unos segundos lo que sería volver a pisar las gradas del Monumental. “Cuando vaya voy a llorar como loco, cuando ponga el primer pie en la grada se me van a soltar las lágrimas”, expresa.

Otro de los que acudió a la ‘vigilia futbolera’ es Alan Rada, de 24 años. Él ya lleva casi cuatro años en el país de la paella. Al principio, solo quería conocer el país, pero luego enganchó por el nivel de vida que encontró, así que decidió quedarse para trabajar y así sacar adelante a su familia.

Andrés Narváez es uno de los miembros más antiguos de la Sur Oscura Madridcortesía

“Mi tío me llevó por primera vez al estadio. Tenía 9-10 años, me llevó a la Zona Norte y yo veía de frente a la Sur (Oscura), que palpitaba como un corazón. Antes no me llamaba la atención ir a la barra, porque era pelado, ya fui creciendo, viví mi primer campeonato, el del 2012, de ahí para allá empecé ir solo o con los muchachos del barrio a la Sur Oscura”, rememora.

Alan ‘camella’ en el sector de la construcción y dice que fue por primera vez a una reunión de la barra en Madrid para la Noche Amarilla de 2019.

El joven hincha cuenta que, por ahora, solo tiene a su papá en Europa, pero él se encuentra en otro país. De ahí, cuenta con ciertos familiares de su padrastro y actualmente vive con un primo.

Alan dice que su único proyecto es salir adelante, trabajar, ganar y guardar dinero para su futuro. Por ahora, revela que no puede volver a Ecuador, hasta que complete ciertos trámites que le exigen. “Si me dan mis papeles, mañana mismo voy si es posible”, dice entre risas, y añade que no ve la hora para poder volver a abrazar a su madre y hermana.