“Tú eres esclavo de lo que dices y dueño de lo que callas”, expresa el reconocido proverbio de la Biblia, el cual se puede aplicar al Barcelona de 2024 y a su presidente. En su primera temporada como titular en el club, Antonio Álvarez ha expuesto sus ideas en los medios de comunicación al respecto de lo que ocurre o proyecta en el equipo.

En algunos casos, estas frases fueron “chimichurris”, no estuvieron sujetas a la realidad, o al menos no se cumplieron hasta el desenlace de esta temporada.

“Necesitamos más títulos nacionales e internacionales. La pelearemos invirtiendo responsablemente... Lucharé en primera línea para financiar y tener un Barcelona peleando por la copa en América (torneos internacionales) todos los años”, mencionó Álvarez en su posesión el 13 de diciembre de 2023 en el estadio Monumental.

(Lea también: Augusto Aragón y un supuesto soborno que desaprueba el gremio arbitral)

Antonio Álvarez sí tuvo jugadores "chimichurris". Reasco "un Narciso Mina"

En enero de la presente campaña anunció que habrá “refuerzos de jerarquía” y que “los que lleguen serán nombres importantes, no cualquier chimichurri”. Con esa visión, en el trayecto se sumó Djorkaeff Reasco, a quien Antonio presentó como “un Narciso Mina (goleador en 2012)”, pero al final del año solamente marcó un gol en 14 partidos.

En el grupo de la Copa Libertadores el Ídolo únicamente ganó uno de sus seis compromisos (empató tres y perdió dos), lo que hizo que acabara en el tercer puesto y fuera eliminado; aunque tenía la ‘garantía’ de seguir peleando en la Sudamericana, pero en este torneo el sueño también acabó pronto, al ser despachado por Bragantino.

En medio de una retrasada oficialización por el Ministerio del Deporte y la intromisión de un representante legal para que se efectúen las elecciones, Álvarez confesó en febrero que “los saldos bancarios están en cero” y que “todos los flujos del equipo están comprometidos desde 2023”.

Pese a esto, en abril se anuncia la cesión del técnico Diego López, el que había extendido su vínculo cuatro semanas antes, hasta 2025.

Más dinero se gastó con la salida de Diego López

Con la ‘soga al cuello’ en el aspecto económico, el dirigente argumentó: “Yo fui el que decidió renovarle el contrato a Diego López y fui yo quien resolvió rescindirlo. Esa medida le va a generar un costo económico a Barcelona y ese costo debe asumirlo el responsable de la medida. Es decir, yo asumiré lo que cuesta su salida”.

Damián Díaz, un asunto poco claro en Barcelona

Llegó Ariel Holan a la dirección técnica, con el respaldo absoluto de Álvarez. La decisión de sacar a Damián Díaz, porque “le estaba haciendo un daño a Barcelona”, entró en un contradicho, que estaba basado en razones deportivos e institucionales.

El Kitu salió a pesar de que el estratega lo había incluido en todos los partidos antes de su salida y de que el dirigente había expresado su clara admiración por lo que ha hecho en el club en estos años, además de haber sido recientemente condecorado al Mérito Deportivo por Aquiles (su hermano), alcalde de la ciudad.

¿Segundo Alejandro Castillo seguirá en Barcelona?

Luego del último partido del cuadro torero frente a Técnico Universitario, Álvarez sentenció que “Segundo Alejandro Castillo siempre fue el técnico de Barcelona, nunca fue interino”. No obstante, fue la primera opción para cubrir el ‘bache’ dejado por López y Holan. Todos se preguntan si el Mortero será ratificado en el cargo para el año del centenario.

(Lea también: Barcelona SC: una temporada de "fracasos", previo al año del centenario)

Pese a que las circunstancias cambiaron con el tiempo y que no todo se adaptó a la idea que tenía Antonio Álvarez al respecto de lo que proyectaba, estas ‘perlas’ quedaron escritas en su primer año de gestión como presidente de Barcelona.

Para más noticias de este tipo, ¡SUSCRÍBETE A EXTRA!