Andrés Micolta está experimentando los mejores seis meses de su vida como futbolista. Desde su infancia en el recinto Santa Rita, en San Lorenzo, Esmeraldas, donde no tenía ni para comprar zapatos y era un ferviente hincha de Barcelona, ahora es campeón de la Concachampions con el Pachuca.

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El defensa se encuentra en Filadelfia, Estados Unidos, concentrado con la Tricolor para la gira de amistosos y la Copa América. Además, en 2025, jugará el Mundial de Clubes.

Andrés, en medio de la euforia de ser campeón, se tomó el tiempo para hablar con EXTRA.

Micolta comenzó a jugar a los 7 años en su recinto natal y, a los 10, fue llevado a Guayaquil para probarse en Emelec. Sin embargo, cuando se unió al club Norteamérica, extrañaba tanto a su madre que decidió regresar a Esmeralda.

Posteriormente, fue a probarse en Independiente del Valle, donde no fue aceptado, pero le dieron una oportunidad en Técnico Universitario.

Tras un paso por Río Branco en Brasil, volvió a Cumbayá y luego a El Nacional, donde comenzó su verdadera historia. Micolta, quien antes jugaba como delantero, recuerda que en una ocasión, cuando tenía los zapatos rotos, se colocó una media por fuera. En ese día especial, logró marcar tres goles.

Campeón de la Concachampions, hablamos de cosas grandes...

Es algo indescriptible, una felicidad inmensa, pero al mismo tiempo me hace recordar de dónde vengo. Han sido apenas seis meses con Pachuca y solo puedo decir gracias a Dios. Esto sigue, el festejo ya pasó, ahora estoy enfocado de lleno en la Tricolor. No le puedo pedir más a Dios.

¿Cómo fue el llamado a la Tricolor?

Me llamaron de la FEF (Federación Ecuatoriana de Fútbol) para decirme que me iban a tomar en cuenta para la Copa América. Fue algo que me dejó sin palabras. Siempre soñé con estar en la selección, pero pensé que iba a ser más adelante. Este llamado adelantado fue una motivación para poder ser campeón de la Concachampions.

Nada de descanso ahora en la Tri.

Vengo con todas las ganas de quedarme aquí, es un sueño desde pequeño. Voy a aprovechar todos los minutos que me den con la ayuda de Dios.

¿Esperabas que te llamaran?

Hay muchos jugadores que vienen haciendo buenos papeles. Había hablado de esta posibilidad con mi mamá, y se puso feliz ahora. Incluso cuando era esparrin, estaba alegre y me pide que siga actuando con la misma sencillez.

2024, gol en el Azteca, campeón de la Concachampions, la Tri, Copa Intercontinental y Mundial para el 2025.

Es algo maravilloso, fantástico, pero hay que estar con los pies sobre la tierra. El profesor Rubens Valenzuela, preparador físico y sabio, me aconseja no acelerarme, ya que son apenas seis meses de todo esto. Sus charlas me ayudan mucho.

En 2019, Guillermo Almada se iba a México y tú te lamentabas.

En 2016, el profesor Almada fue campeón con Barcelona, del cual soy hincha. Con un primo llorábamos cuando quedó campeón. En 2019, cuando estaba en Técnico Universitario, él se fue a México y en 2023 me llamó para ser parte de Pachuca. Verlo por TV y ahora ser dirigido por él ha sido una locura. El profesor Almada es muy serio.

¿Quién te hizo defensa siendo delantero?

El profesor Papi Perlaza me tuvo varios meses en Sucumbíos y fue quien me cambió de posición. Cuando llegué a Técnico Universitario, me dieron estadía y comida, y el entrenador de reservas se portó muy bien conmigo.

¿Ahora no hay que llegar con las manos vacías a Santa Rita?

Tengo una lista de amigos de mi Santa Rita. Cuando vaya a Ecuador, no llevaré mi ropa. He tenido que comprar mucha. En la lista van más de 60 personas con nombre. Le pedí al club y ellos me las descuentan. Es mi tierra, donde jugaba de pequeño.

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