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Cómo y cuándo 'pegarte un rapidito' si tienes niños en casa
La mayoría de padres primerizos no saben qué hacer cuando sus 'bendiciones' los pillan teniendo relaciones sexuales. Expertos te dicen qué hacer
Para algunos padres primerizos que ya luchan con la falta de sueño, quizás los mayores 'enemigos' de la pasión son las ‘bendiciones’ en casa, ya que por temor a que vean o escuchen algo que los traumatice, no pueden disfrutar tranquilamente el ‘delicioso’ o ni siquiera pegarse un ‘rapidito’.
Pero a pesar de esto, es posible seguir disfrutando de una buena vida sexual cuando hay niños en la casa. Así es cómo:
- ENCUENTRA EL TIEMPO
Para la psicóloga clínica Betty Soria Peñafiel, la mayoría de los padres ocupados apenas encuentran tiempo para lavarse los dientes cada mañana, por lo que encontrar un poco de tiempo ininterrumpido en su horario para disfrutar de algo más íntimo puede parecer una misión imposible.
“Es importante reorganizar sus prioridades para que pueda pasar tiempo con su pareja, y tener niños en la casa nunca debe considerarse un impedimento para pasar ese tiempo juntos”, comenta.
Si bien el 'mañanero' que alguna vez disfrutaste, puede que se pierda mientras tus hijos se despiertan antes de la salida del sol, la experta da a EXTRA algunas formas simples en las que puedes encontrar el tiempo para que se peguen los ombligos:
- Acuéstense juntos por la noche: Si uno de los dos se va a la cama horas antes o después, es probable que uno se quede ‘profundo’ cuando el otro esté listo para la acción.
- Ir a la cama temprano: ¿Niños metidos en la cama? Apaguen la televisión y mándelos a la cama.
- Lleven a los niños con un familiar: Los amigos y la familia suelen estar felices de ser ‘niñera’ por un rato. Aprovechen su generosidad y pasen ‘delicioso’ en casa.
- Organicen el deleite de la tarde: Si la noche es solo para dormir, traten de programar un tiempo durante las horas del día. “Más difícil de hacer, pero definitivamente vale la pena el esfuerzo”.
No obstante, la mayoría quiere velas y todo. Pero vives en una nueva realidad en la que tienes que moverte ... Y moverte ... Y moverte ... Y terminar. Pero eso no significa que tu buen momento tenga que ser todo gruñido y sin ningún tipo de sensualidad.
- INTIMIDAD
“Cuando sus hijos son pequeños, la idea misma de privacidad parece tan esquiva como una casa limpia y ordenada”, dice de entrada la psicóloga Verónica Elghoul, especializada en terapia sexual.
“Cuando se tienen niños, la costumbre es que todas las puertas de la casa se dejan permanentemente abiertas. Y eso quita algo de privacidad que conlleva a la falta de intimidad”, refiere. Pero, ¿cómo inculcas un sentido de privacidad en tus 'bendiciones' cuando has tenido una política de puertas abiertas siempre? Una vez que se hayan ‘graduado’ en una cama grande, debes comenzar a enseñarles a tus hijos a respetar las puertas cerradas, menciona.
- ¡NO HAGAN TANTO RUIDO!
La experta indica que si van a un ‘encontrón’ deben probar la cama, ya que una cosa es mantener su propio ruido bajo control, pero si tu cama está hablando por ti, realmente necesitas tomar medidas. Además, señala que para que nadie note que la están pasando ‘delicioso’ podrían poner música en su habitación, o en la de sus hijos. “Será de gran ayuda para enmascarar cualquier ruido que hagan”, dice.
¿Y si el 'pelado' los ve?
Sí esto ocurre, la situación se debe manejar con naturalidad, ordenando tus pensamientos (y posiblemente, tu ropa). Soria añade que el error más grave que se pueda cometer es mostrarles que se trata de algo de 'Don Sata'.
“Nunca hay que asumir que tu hijo vio todo. Un niño probablemente no se da cuenta de lo que sucede debajo de las sábanas, por lo que dar demasiados detalles o explicaciones clínicas largas solo lo confundirá”, sostiene.
"Para los mayores de entre 5 y 8 años, explíquenles que cuando los padres (o cualquier configuración que elijas para tu familia) crecen y se casan, muestran su amor de una manera especial”, recomienda Elghoul y acota que esta conversación podría ampliarse para incluir información sobre la procreación. , pero dejando a un lado lo de la cigüeña.
Así las cosas, a medida que los niños crecen, es fundamental que las discusiones sobre sexo, intimidad y amor sean regulares, abiertas y positivas. "Con la proliferación de la pornografía debemos enviarles mensajes seguros, claros y positivos sobre el sexo", apunta Soria.
Lo más importante, según la profesional, es enseñar a los niños que la "intimidad física y la intimidad emocional van de la mano, y cuando están separadas, los resultados nunca son tan buenos".