El sexo oral es una de las prácticas más placenteras, pero también es una de las que más interrogantes genera. ¿Lo haré bien? ¿Le gustará a mi pareja? Y más cuando se da simultáneamente, o más popularmente conocido como el ‘69’.

La aspiración de muchas parejas es dar y recibir placer oral al mismo tiempo. Para la psicóloga y sexóloga Carmen Palma, si alguien quiere mejorar en esta práctica es imprescindible que se conozca primero.

“Sobre todo las mujeres, deben conocer su vulva, para que note las sensaciones que vaya sintiendo. Si le gusta con presión, más suave, en círculos, etcétera. Hay que aprender a reconocer su cuerpo para luego mostrárselo a su pareja”, precisó.

Comentó que algo que a veces resulta complicado es preguntar a la otra persona lo que le gusta. “Puede ser que lo que yo crea que le gusta, no es así. Así que lejos de estar dando una sensación agradable a mi pareja, estoy haciendo todo lo contrario”, mencionó. Hay que sincerarse para el que fin único sea tener placer.

EXPLORACIÓN

Otro error común es ir directo a los genitales cuando se piensa en sexo oral. La boca puede ir estimulando otras partes del cuerpo. Cuando la excitación empiece a crecer pueden acercarse poco a poco a los genitales y, sobre todo, hacerlo de manera conjunta. “Hay que besar, lamer, chupar, para que haya una sensación diferente”, dijo.

Otro consejo es no mantener la misma posición siempre: la mujer puede estar arriba y luego cambiarse o ambos de lado. Hay posiciones extremas que implican estar de pie, pero la mejor postura es en la que ambos estén cómodos. Sentirse bien es imprescindible para darle soltura a la boca. También hay que diversificar los espacios: muebles, cama, etc.

Para Palma, el sexo oral y el ‘69’ es de las prácticas más placenteras, pero en la que hay mayor recelo por temas de tabú. “Muchas mujeres tienen mucha resistencia a que su pareja les realice el sexo oral. Algunas se escudan en que no les gusta la práctica, pero realmente no lo hacen porque les cuesta soltarse”, dijo.

Estas restricciones llegan por puntos específicos como la depilación, los olores o malas experiencias anteriores. “Si han tenido experiencias positivas es probable que ambos lo vuelvan a experimentar”, añadió.

Finalmente, la especialista comentó que no hay que tener miedo del cambio de movimientos que se realizan o la salida de saliva que se genera cuando se realiza la práctica.