En un recorrido por alrededor de 400 metros en una zona rocosa se percibe el enigma de un pasado que motiva a ser descubierto, en Baños de Agua Santa, provincia de Tungurahua.

En las entrañas de este lugar se conservan leyendas que para muchos exploradores han resultado difíciles de comprobar, como aquella del tesoro oculto de Atahualpa.

Se trata de las cavernas llamadas Sigsi Huayco, nombre que en castellano significa ‘cueva profunda y cortante’, las cuales desde hace dos meses están abiertas al turismo.

Ubicadas a dos minutos a pie desde la terminal terrestre de Baños, en el barrio Amistad, sobre la avenida Amazonas y calle Julio Cañar, estas cuevas estuvieron abandonadas, pero hace 12 años dos familias de Baños de Agua Santa se unieron y compraron la propiedad y de a poco la han hecho un nuevo destino turístico.

Nicolás Varela, uno de los dueños del lugar, menciona que por relatos históricos se cree que por este sitio pasaron los incas que llevaban el tesoro ofrecido por Atahualpa a cambio de su liberación. Al enterarse de la muerte de su líder, los cargadores utilizaron la caverna para evadir a los conquistadores. “Las grutas eran un lugar secreto y con acceso al cerro”, cuenta Varela.

Enrique Freire Guevara, en su libro sobre leyendas y tradiciones de Tungurahua, también sostiene que, desde la antigüedad, muchos exploradores han tratado de desentrañar los misterios de la caverna.

Además, el escritor recoge los relatos de abuelos que aseguraban que este sitio era hogar de duendes y brujas.

Por esta riqueza de tradición oral, los nuevos dueños limpiaron las cavernas, que estaban con maleza, escombros y basura.

Hace diez meses lograron recuperarlas y empezaron a dar forma al proyecto turístico. Con materiales rústicos acondicionaron áreas, como un puente y una jardinera que conectan con las cuevas.

Lorena Ortiz, turista que llegó de Guayaquil, asegura que en las cuevas se percibe un ambiente lleno de paz.

Rosa Otilia Gamboa, otra propietaria, cree que el lugar está lleno de energías, ya que en la antigüedad habría sido un sitio de adoración de los indígenas.

Dentro hay una laguna de 80 centímetros de profundidad en la que, se presume, los incas se realizaban baños de purificación.

Por todo ese misterio, la caverna Sigsi Huayco es otro sitio para visitar.