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El significado detrás de regalar flores amarillas el 21 de septiembre
Una tradición que ilumina septiembre: el simbolismo y la historia detrás de regalar flores amarillas
Cada año, el 21 de septiembre se convierte en una fecha emblemática que llena las redes sociales de amarillo. La tradición de regalar flores de este color no es simplemente una moda, sino que tiene un profundo significado que ha perdurado a lo largo del tiempo. ¿Qué representa este gesto y por qué el amarillo ha adquirido tanto simbolismo en esta celebración?
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El origen de la tendencia
La tradición de regalar flores amarillas el 21 de septiembre se popularizó principalmente gracias a la serie argentina "Floricienta". En esta telenovela juvenil, la protagonista, Flor, anhelaba recibir flores amarillas como símbolo del amor verdadero. Esta escena quedó grabada en la memoria de sus seguidores, quienes comenzaron a replicar este gesto romántico, dando origen a una tendencia que se ha mantenido viva desde entonces.
Pero el simbolismo va más allá de la serie. En muchas culturas, el amarillo está asociado con el sol, la alegría y la esperanza. En el hemisferio sur, el 21 de septiembre coincide con la llegada de la primavera, una estación que representa renacimiento, crecimiento y vitalidad. En cambio, en el hemisferio norte, esta fecha marca el inicio del otoño, donde regalar flores amarillas se convierte en una manera de despedir el verano con optimismo, recordando la belleza del cambio estacional.
¿Qué significa regalar flores amarillas?
Regalar flores amarillas puede tener diversos significados según el contexto. Por un lado, el color amarillo simboliza alegría, optimismo y amistad. Así, obsequiar flores de este tono puede ser una forma de expresar cariño, buenos deseos o simplemente celebrar la vida y la renovación. En la psicología del color, el amarillo se asocia también con la creatividad y la energía positiva, convirtiendo este gesto en un mensaje de ánimo y frescura.
Sin embargo, en el contexto de "Floricienta", el significado adquiere un matiz romántico. Las flores amarillas representan el anhelo de un amor puro y sincero, ese que llega como un nuevo comienzo. Esta dualidad hace que regalar flores amarillas sea un gesto perfecto tanto para parejas como para amigos y seres queridos.
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