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Buena Vida

Con sencillas recetas puedes calmar alguna dolencia, siempre y cuando no sea grave. De lo contrario debes visitar al médico.Pixabay

Secretos naturales caseros

Los productos que se usan para aliviar distintas dolencias los tenemos a la mano en nuestros hogares

Los llamados secretos de la abuela suelen dar resultados en ciertas molestias, ante esto, la naturópata María Puma aconseja que luego de calmar la dolencia, se debe saber la causa que la está provocando.

“Hay remedios naturales que sirven, pero se tiene que vigilar lo que ocasiona el malestar, por ejemplo, el hipo. Muchas veces se debe a los gases como consecuencia de lo que ingerimos. El diagnóstico es lo que ayuda”, asegura Puma.

Limón y jengibre

Chupar limón ayuda a que no te marees durante un viaje, dado su contenido de tanino, una sustancia que detiene las náuseas, pero si tienes anemia es preferible no hacerlo.

Cualquiera de ellos sirve para evitar los mareos.Freepik

En su lugar puedes chupar caramelos de jengibre. Además de evitar los mareos, sirven para la tos.

Alcohol

El mal olor de los pies se puede eliminar si se los limpia con una toalla o trapo empapado de alcohol etílico. El efecto antiséptico combate las bacterias y hongos que lo provocan. El bicarbonato entreverado con talco también es de gran ayuda.

Zanahorias y manzanas

“Hay remedios naturales que sirven, pero se tiene que vigilar lo que ocasiona el malestar", Rosa Puma, naturópata

Gracias a su contenido de ácido málico, que ayuda a blanquear el esmalte de los dientes, las manzanas contribuyen a la limpieza dental. Lo mismo ocurre si masticamos zanahorias crudas. Estas reducen la placa bacteriana. Además, protegen la vista al contener betacarotenos, precursores de la vitamina A.

Agua con sal

Hacer gárgaras con agua y una pizca de sal varias veces al día alivia la garganta irritada. Si tomas una cucharada de miel, antes de irte a dormir, ayuda a reducir la tos. Una pepita de sal en grano debajo de la lengua alivia el dolor de garganta. Es un remedio ayurvédico.

Azúcar

Una cucharadita de azúcar puede contribuir a acabar con el molestoso hipo. ¿La razón? El sabor dulce llega a los receptores y nervios de la lengua y la boca, lo que contribuye a parar los espasmos.