“El agua ya está bien fría y las ballenas están llegando, hemos podido verlas en nuestro recorrido”, aseguró el pescador Luis Reyes, quien estima que desde mediados de junio en adelante se verá a estos animales, en mayor cantidad, frente a las costas ecuatorianas.

Sus palabras anuncian que se aproxima la nueva temporada para el avistamiento de cetáceos, para lo cual diferentes entidades, en la península de Santa Elena, se preparan para atraer a los turistas.

Verlas de cerca saltando, como si jugaran entre ellas, captar sus movimientos en fotos o grabar un video cuando brincan una tras otra es el deseo de muchos turistas, por ello,  en  balnearios peninsulares se alistan para facilitar los recorridos para que visitantes puedan disfrutar de este espectáculo natural.

“La danza de las yubartas”, como se conoce a este recorrido de los mamíferos marinos, forma parte de la oferta turística durante estos meses de los balnearios Salinas y Ayangue.

A tres millas de la costa de Salinas se puede observar a las ballenas, mientras que desde Ayangue la distancia es de cinco millas. En este último sector, el enganche de la travesía también comprende visitar el islote El Pelado o participar de la práctica de buceo.

PLANES

En esta temporada de avistamiento de ballenas jorobadas en la península esperan atraer a miles de visitantes, por lo cual, en estos días, entre las autoridades turísticas y navales han coordinado el plan de seguridad y las ofertas relacionadas con este acontecimiento.

En esta provincia, ocho operadoras han sido autorizadas para los paseos. Un total de 30 embarcaciones (15 en Salinas y 15 en Ayangue) han pasado control para recibir la certificación. Su actividad empieza desde el 12 de junio.

El Museo de Ballenas, ubicado en el malecón del cantón Salinas, también abre sus puertas durante este tiempo. Allí se muestran enormes huesos de los cetáceos que han muerto en su paso por la península. Además existen pequeñas orcas disecadas, restos de delfines y aves relacionadas al mundo marino.

MONUMENTOS

En Ballenita, para llamar la atención de los visitantes, han construido el monumento a la ballena, un mamífero de seis metros en posición de salto que reposa sobre una pileta y expulsa agua por la nariz para bañar sus aletas.

“Con este atractivo esperamos que venga mucha gente para que se tome fotos y disfrute del hermoso paisaje que tenemos”, dijo el empresario Douglas Dillon.

En la comuna La Entrada, límite de Santa Elena con la provincia de Manabí, también existe un monumento a este animal y sus pobladores han acondicionado el área con comedores y ofrecen platos típicos con mariscos.

Los artesanos de la Ruta del Spondylus, asimismo, elaboran pequeños productos en madera y concha para ofrecerlos a quienes lleguen a los avistamientos de ballenas jorobadas.

La reactivación económica de los balnearios de la provincia de Santa Elena se apuntala con este atractivo.