“¿Quién es como Dios?”. Este es el grito que corean muchos devotos católicos y como respuesta también dicen: “Nadie como Dios”.

En las religiones judía, islámica y cristiana, la derivación Michael o Michahel significa “jefe de los ejércitos de Dios”, quien se encarga de frustrar las acciones de Lucifer y defender a los hijos del Supremo.

Para la Iglesia católica este ángel es el protector de la entidad y muchos creyentes lo tienen como el guardián celestial. A él recurren con oraciones y peticiones para estar alejados de las fuerzas del mal, de daños y maleficios.

En varios de los libros de las Sagradas Escrituras están registradas las acciones de defensa en las que ha intervenido este ángel, quien fue enviado a proteger al pueblo de Israel por el desierto.

Este personaje es representado con alas, armadura, casco y espada. En algunas figuras, en cambio, lo muestran sosteniendo una balanza, en la que él pesaría las almas durante el juicio final.

San Miguel arcángel es muy querido en el país. Algunas localidades ecuatorianas han tomado su nombre y lo festejan como patrono, y sus orígenes lo transmiten de generación en generación.

Llegó en un burro

La historia del arcángel Miguel en la provincia de Bolívar empezó, en una fecha no determinada, cuando él se habría aparecido a un agricultor durante sus faenas, diciéndole: “Yo soy vuestro patrón”, mientras en el cielo coreaban aleluyas.

Repuesto del susto, el campesino comentó el suceso con sus vecinos.

Textos que registran la historia de esta tierra relatan que días después, a la plaza del poblado llegó una acémila con unos cajones. El animal transportaba, en partes, una efigie similar a la que había descrito el labrador. Entonces supieron que se trataba del arcángel protector, San Miguel.

Esta estatua, según explicó el comunicador Milton Gaibor, era una de las tres imágenes que unos religiosos llevaban de encomiendas. Una era para Salcedo, otra para Ibarra y la tercera, la que llevó el burrito a Bolívar, estaba destinada a Perú.

Relatan que el obispo de Babahoyo llegó a buscar la imagen perdida, entonces los pobladores de este sector bolivarense se quedaron tristes.

Y entre leyenda e historia refieren que cuando transportaban la imagen de regreso, la carga se hizo muy pesada y se presentaron nubarrones.

Entonces, el religioso dispuso dejar la imagen y, de vuelta a Bolívar, esta se puso ligera y el sol brilló.

En la población tomaron el nombre y adoptaron tal representación como patrono. Así se propagó la devoción al arcángel en San Miguel de Bolívar.

Un mirador y procesión

En la ciudad de Ibarra, provincia de Imbabura, también tienen como patrono y protector a San Miguel.

Una estatua de este personaje es la mayor atracción en el mirador que lleva su nombre en la loma Alto de Reyes, la cual mide 22 metros de altura y hasta ella llegan en procesión en la fecha de la festividad.

En el cantón Urcuquí, de la provincia de los lagos, también es honrado este personaje celestial, con novenas, rezos y actos religiosos combinados con folclor.

La fiesta más importante

Las festividades por San Miguel arcángel en la ciudad de Salcedo, en la provincia de Cotopaxi, son las más antiguas del cantón, pues se habrían empezado a celebrar desde 1574.

Estas empiezan cuando se designa a los priostes por parte del sacerdote, quien selecciona a personas representativas de la urbe para que hagan el festejo.

Con bandas de música, vestimentas tradicionales y delegaciones de diferentes barrios participaban en un colorido desfile. (IC)