La acetona es muy conocida por ser efectiva, pero también está el removedor para retirar el esmalte de manera segura, por lo que siempre es importante marcar la diferencia entre ambos. Los dos productos son diferentes en todo sentido. 

"La acetona es fuerte y rápida, es un solvente químico puro, pero el removedor va variando y se necesita más tiempo para sacar el esmalte. Lo importante es que es más suave con las uñas y la piel. Además tiene aditivos como hidratantes, aceite de cutícula, es protector y endurecedor, ingredientes específicos para el cuidado de la salud de la uña. Las desmancha, tiene endurecedor, y algunos no tienen olor. Siempre es mejor comprar de marcas reconocidas porque es un producto de calidad, si voy a comprar acetona o diluyente afectaré a la uña y a la piel. Tocará la cutícula y la irritará, al dejarla sensible, provocará alergias y resecará la piel", reitera la especialista en belleza Mariuxi Yépez.

Agrega que, para remover el esmalte semipermanente o gel de lámpara deberá hacerlo una profesional. "Si tienes acceso solo a acetona protege tus uñas con aceites hidratantes y siempre termina con una crema que cuide la cutícula luego del proceso químico al que has expuesto tus manos”, aconseja.

Sin embargo, hay otros productos a los cuales puedes recurrir en caso de no contar con acetona o removedor.

Alcohol en gel

Echa un poco de alcohol en gel sobre la uña, no mucho, frótalo con un algodón y verás cómo empezará a remover el esmalte.

Desodorante

Este producto de uso diario tiene sustancias disolventes que pueden eliminar el esmalte de uñas. Aplica un poco sobre ellas y pásales un algodón. Si el esmalte no sale a la primera repite la operación varias veces. Luego remójalas en agua con jabón durante unos minutos para retirar el desodorante.

Perfume

Al igual que el desodorante, el perfume tiene los mismos químicos que disolverán el esmalte. Moja un algodón con perfume y la laca para uñas se desprenderá.

Fijador de cabello

Rocía un poco del fijador lo más cercano a tus uñas y retíralo con un papel toalla (no con algodón). Trata de que la laca no se quede demasiado tiempo en las uñas porque las podría resecar.

Brillo

Aplica sobre la uña una capa gruesa de brillo (esmalte) y luego pásale rápidamente un algodón, verás como el esmalte va saliendo poco a poco.

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