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Buena Vida
Raquel y María Laura: “El mayor premio que nos llevamos es nuestra amistad”
Se conocieron en el reality de cocina MasterChef Ecuador y tras sus salidas lanzaron juntas desde un canal en Youtube un emprendimiento gastronómico
Una cosa está clara, y es que en los realities, los lazos de amistad acaban surgiendo inevitablemente entre algunos concursantes.
Algo así les pasó a Raquel Ochoa y María Laura Sotomayor, ex participantes de MasterChef Ecuador. Eran compañeras de habitación y también trabajaban en equipo para conquistar el paladar de los afamados jueces.
La una era soporte de la otra. Y así se fueron llevando poco a poco como hermanas. Sin embargo, hubo un suceso que no dejó indiferente a nadie. En uno de los episodios, Raquel tuvo que retirarse de la competencia de cocina por un accidente, en uno de sus tobillos, que tuvo en la casa. Poco tiempo después, María Laura abandonó el programa tras ser eliminada dentro del top 5.
Aunque ninguna llegó a la final, el premio vino después. Juntas hoy emprenden un proyecto donde van formando una comunidad fuerte de ‘foodies’ (apasionados por la cocina).
El hecho de confiar entre ellas fue suficiente para lanzarse a emprender. Así, ‘los poderes de Raquimau’ (como se las conoce) dio como resultado brunchs donde llevan experiencias gastronómicas a los comensales, desde verlas cocinar en vivo hasta compartir sus tips culinarios.
Unidas por el reality
Aunque ambas se especializaron en rubros diferentes, confiesan que las une la pasión por la cocina. Raquel, de 26 años, es Ingeniera en Gestión Empresarial Internacional y tiene un máster en Administración de Empresas.
Cuando se le pregunta en qué momento de su vida entró la afición culinaria relata episodios de su adolescencia. “Esto viene heredado de mi papá, Nelson. Recuerdo que desde los 9 años entre los dos cocinábamos los fines de semana. El gusto fue tal que en el colegio comienzo a vender hamburguesas. Entonces me levantaba tempranito para prepararlas (acolitada por mi mamá). Llevaba en una mochila los cuadernos, y en otra, las hamburguesas. Y con el pretexto de que iba al baño salía a venderlas. Literal traficaba hamburguesas” recuerda entre risas.
Desde ahí empezó a equiparse en implementos de cocina que hasta el día de hoy los conserva. Si bien los rumbos la llevaron a trabajar por años en el sector público, el gusto por la cocina se reforzó cuando se fue a vivir a España con su esposo, quien es un diplomático. Estando allá se capacitó en repostería en la Escuela de Cocina de la revista Telva, y con ese bagaje retorna a Ecuador. Aunque empezó nuevamente a trabajar en una institución pública, un anuncio de MasterChef le da un giro a su vida. Renunció a la oficina y el resto se cuenta solo.
En el reality se conoce con María Laura o Malala, de 29 años. Ella en cambio es Licenciada en Nutrición y el ímpetu por ese universo gastronómico surgió por la necesidad de probar el plan alimenticio que recetaba a sus pacientes. Eso la llevó a convertirse en una influencer de estilo de vida sana previo a su incursión en MasterChef.
Una vez que salen del programa y retornan a Guayaquil ponen manos a la masa. “Un día nos reunimos con un cuaderno a escribir las cosas que nos gustaría hacer. Y así poco a poco todo comenzó a surgir. Fue como una forma de manifestar”, menciona Raquel.
‘Los poderes de Raquimau’
Lo primero que lanzaron fue el canal de Youtube bajo el nombre de Los poderes de Raquimau, donde actualmente tienen más de 11 mil suscriptores. Ahí suben videos divertidos de sus actividades juntas (entre cocinar y dar tips) y se preparan para un nuevo segmento en donde entrevistarán a mujeres que llevan un buen estilo de vida en todos sus aspectos.
Las sorpresas para sus seguidores continuaron. Hace un mes emprendieron la aventura de cocinar juntas. Se trata de ‘brunchs’ que comienzan cerca de las once de la mañana durante los fines de semana.
“La idea es brindar esta experiencia en lugares apartados, tipo campestres, en donde además de que puedan disfrutar de un rico plato, disfruten del aire libre”, asegura María Laura.
Previamente, el lugar del evento es anticipado por ellas a fin de que la gente llegue y se ubique en las mesas dispuestas para la ocasión. Empezaron en la hacienda Manantiales del Rocío en Manta, y ahora se preparan para iniciar en Guayaquil. Cuentan que los brunchs son preparados en vivo y los comensales tienen oportunidad de conversar con ellas y compartir tips.
Si bien esta amistad tiene meses, el emprendimiento va como viento en popa. “Nos han preguntado qué pasará si nos peleamos. Pero creo que somos personas con una madurez emocional que cualquier tema lo podemos resolver dialogando”, agrega Raquel.
Es así como han logrado formar ese equipo donde resalta el poder femenino, y aunque ya no están en televisión, tienen más capítulos para contar.
Masterchef: El inicio de todo
¿Qué significó MasterChef?
Raquel: Creía que a mis 26 años ya lo había hecho todo y de repente llegué a este reality que me hizo ver que aún tenía cosas por vivir. Aprendí desde lo gastronómico hasta vivir con varias personas.
María Laura: Masterchef me ayudó a crecer como persona justo en el momento que lo necesitaba. Del reality me llevo la dicha de haber hecho un grupo de amigos con personas maravillosas.
¿Un plato que recuerden?
R: Uno que fue elaborado con cuy. Me sacaron primera y cuando me preguntaron cómo se llamaba, de lo nerviosa que estaba dije, “Dos cuyes en el parque”. Quedé mal como tres días.
M: El que marcó mi cocina, en donde se vio mi antes y después fue un pato a término perfecto, tuvo un emplatado súper delicado y en la línea saludable que me caracteriza.
Después de los retos y eliminatorias, ¿quién calmaba a quién en el programa?
M: Yo a Raquel. Ella es la más sensible, y súper llorona. Nosotras incluso teníamos un grupo muy unido y cuando uno quedaba eliminado, Raquel me decía, pero ¿por qué no lloras? Y le decía, pero es que ese es tu papel.
R: Es cierto.
¿Si una de ustedes ganaba hubiese seguido en pie el emprendimiento?
R: Creo que el mayor premio que nos llevamos es nuestra amistad. Pero sin duda si no me hubiese accidentado, y de haber ganado juntas, ese premio iba para el emprendimiento.
M: Totalmente. Esto iba porque iba. Incluso vimos el carro de premio. Y le decía a Raqui, no manejo, pero tú empezabas hasta que aprenda. Siempre hablamos refiriéndonos a ‘nosotras’ y de lo que vamos a construir juntas.