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Buena Vida

Este es parte del paisaje que ofrece el río Atapamba en sus riberas.Jaime Marín

Pucará cautiva con historias y encantos

Al pie de la cordillera de Mollopongo cuenta con una masa de agua en la que navega una de las leyendas más populares de la localidad

El verdor de la vegetación que rodea cada uno de sus rincones, las cascadas de cristalinas aguas, sus lagunas y sus cerros que parecen estar cerca de las nubes, conforman los diversos encantos naturales por los cuales al cantón Pucará, en la provincia de Azuay, se lo llama Sucursal del Cielo.

Ubicado a 142 kilómetros de Cuenca, esta localidad, que se apresta a conmemorar sus 33 años de cantonización este 25 de julio de 2021, posee una riqueza natural incalculable, combinada con un legado histórico que los enorgullece.

Entre los variados atractivos naturales constan las Piedras de los Enamorados, llamadas así porque hasta estas llegan los amantes y, especialmente en las noches estrelladas se prometen amor por siempre.

También están las Piedras de Picota, un conjunto de enormes rocas que parecen fueron esculpidas con el tiempo.

Imponente en el páramo se ve a la laguna Ñariguiña.Jaime Marín

LEYENDAS

La laguna San José de la Betania es un atractivo natural ideal para pescar; las de Mesarrumi y Verdecocha ofrecen una vista panorámica impresionante.

Pero a la par de la belleza natural, de algunos de estos lugares también se resaltan las fantásticas leyendas que se han difundido entre las generaciones, como ocurre con la laguna de Ñariguiña.

Localizada al pie de la cordillera de Mollopongo, en la parte alta del cantón, es uno de los principales sitios para la aventura y en torno a ella gira una tradición oral.

Y es que esta masa de agua de unos 800 metros de largo por 400 de ancho guarda los secretos de uno de los cuentos más populares del cantón azuayo.

Se dice que esta se formó junto a unas cuevas que servían de refugio a caminantes. Cierto día, una familia salió de su finca llevando en una gran paila de cobre cantidad de oro extraído de las minas cercanas. Iban a vender el mineral a un poblado cercano, pero el trayecto era largo.

Según la leyenda, los caminantes, agotados, decidieron acampar en la zona. Mientras dormían, de manera sorpresiva, se desató un diluvio que duró toda la noche.

El agua lluvia llenó la paila e inundó todo el sector, formándose la laguna, que quedó encantada. El que quería sumergirse a sacar el oro quedaba atrapado...

En lo alto del cerro, la Virgen del Rosario también tiene su historia.Jaime Marín

En la actualidad, Ñariguiña provee de agua al cantón, y a su alrededor se puede apreciar muchas especies silvestres.

Estas lagunas, su vegetación y muchos otros sitios, forman parte de los atractivos turísticos para recorrer este cantón de la provincia del Azuay. (JM)