La pandemia actual por coronavirus ha puesto al sistema de atención médica en una crisis sin precedentes. No obstante, se ha descubierto que alrededor del 14,3 % de los pacientes críticos con COVID-19 se ven afectados por una infección bacteriana secundaria, según el reporte investigativo del Journal of Medical Virology.

Pero antes que todo, debes saber las diferencias entre una enfermedad y una infección y cómo aplica en la actual situación. El doctor Kevin Padilla Olivo, médico general, explica estas interrogantes: "Una enfermedad es un proceso que deteriora la salud de una persona. Puede estar causada por varias cosas: de origen genético, trauma (accidente), agente patógeno (infecciones), entre otras".

Por otro lado, sostiene que la infección es la invasión del organismo por un agente patógeno que puede ser una bacteria, hongo, parásito o un virus. "Aplicando esto a la pandemia, actualmente la covid-19 como tal es una enfermedad causada por una infección: del virus SARS-CoV-2, el cual tiene muchas variantes", agrega.

Además, despeja sobre lo que es una coinfección y una sobreinfección. "Una sobreinfección se define como una segunda infección superpuesta por un agente microbiano diferente de origen exógeno o endógeno, resistente al tratamiento utilizado anteriormente. Por el contrario, una infección que ocurre concurrentemente con el agente inicial se califica como una coinfección", argumenta.

Un metanálisis reciente corrobora la opinión del profesional ecuatoriano.  El estudio apunta a infecciones secundarias bacterianas, virales y fúngicas en pacientes hospitalizados con COVID-19: M. pneumoniae, P. aeruginosa, H. influenzae y K. pneumoniae son las bacterias comunes. 

"El virus respiratorio sincitial, la influenza A es el virus común y Candida albicans, Aspergillus fumigatus y flavus son los hongos comunes que se encuentran asociados", señala el escrito.

Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han emitido varias alertas y pautas de salud para las personas con mayor riesgo de resultados adversos en COVID-19, ya sea que las personas con tuberculosis preexistente, VIH, hepatitis viral u otras coinfecciones como la influenza o dengue experimentan un mayor riesgo de complicaciones por COVID-19 que la población que no lo padece.

¿Pueden estas infecciones coexistir con covid-19? 

La respuesta de Padilla es sí. Se ha demostrado pacientes con tuberculosis e influenza que han sido objeto del covid-19 y esta infección coexiste a la par con el virus del SARS-CoV-2. "Toda esta información hay que tomarla con pinzas porque estas coinfecciones han ido apareciendo por el tema de revisión epidemiológica de estadísticas, que han sido difíciles de determinar", indica.

Sin embargo, muchas veces los síntomas y signos de estas infecciones pueden parecerse y ocultar la presencia de otra infección. "Por ejemplo, la influenza puede tener muchos síntomas que se parezcan al covid-19... Entonces, eso hace que, en contexto de pandemia, todo sea covid-19 hasta demostrarse lo contrario. Pero si nosotros tuviésemos una coinfección y pensamos primero en covid-19 y nos hacemos la prueba y nos da positivo, decimos que es un paciente con covid-19. Pero por el tema epidemiológico estamos omitiendo que pudo haber sido una coinfección", comenta Padilla, por lo que lo recomendable siempre es ir a un especialista que evalúe el caso.

El experto menciona que por la pandemia "nosotros tenemos que concentrarnos en lo más probable" pero por este tipo de manejos se omiten ciertos conceptos epidemiológicos. "Hay muy poca información sobre esto, pero esperamos que con el tiempo recopilar información para saber más de cuán frecuente se da este tipo de coinfecciones", dice.

¡'PILOSO' CON ESTAS INFECCIONES!

Rossy Solórzano Navarrete, especialista en medicina general, detalla algunas infecciones que se pueden combinar con el covid-19, entre ellas, faringitis, amigdalitis o gastroenteritis, en caso de brote de casos de dengue en la comunidad, se puede combinar con este tipo de virus.

"Una faringitis se produce con dolor, picazón o ardor en la garganta acompañado de malestar y/o fiebre. La amigdalitis provoca dolor intenso de garganta acompañado de fiebre, malestar y mal aliento. Asimismo, la gastroenteritis causa dolor abdominal y diarreas", describe la especialista.

Lo alarmante es, coinciden los consultados por EXTRA, cuando la persona presenta una coinfección que cause una repercusión sistémica que puede poner en riesgo su vida o que comparta el mismo punto de acción, por ejemplo, la inlfuenza y coroanvirus que afectan directamente a los pulmones.

De igual forma, Solórzano indica que estas infecciones son estacionales; es decir, que se 'apagan' cuando pasa la época, pero el covid-19 no, ya que "estamos en pandemia" y está todo el tiempo. "Se ha demostrado casos de dengue con coronavirus. También por el arbovirus, como el zika, chinkungunya que son estacionales y depende de la zona en que se habita, mayor puede ser el contagio y el riesgo", apunta Padilla.

No obstante, es enfático en mencionar que esto debe ser "corroborado por estudios y estadísticas" para aseverar si 'es merengue o no merengue', pero todo apunta a que sí hay riesgo.

"Esto puede significar que el paciente tenga muchas más complicaciones, ya que el pulmón va a estar bajo más estrés, infestado por dos virus", señala Padilla. "Aún no tenemos claro como estas coinfecciones puedan repercutir en el desenlace del paciente. Asumimos uno tortuoso, pero no significa que esté condenado a complicarse o morir, pero sí conlleva a mayor riesgo", añade.

Asimismo, la doctora Solórzano dice que el tiempo de duración de estas infecciones -a la par con la covid-19- depende del estado del sistema inmunológico de cada persona y del tratamiento, "un tiempo estimado es de 5 a 7 días", evalúa.

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