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¡Pilas, los ‘peludos’ reflejan tu estrés!
A tus gatos o perros puedes contagiarle tus tensiones. Los primeros pueden volverse agresivos y los canes reaccionan uniéndose más a ti
Crear un buen ambiente es importante no solo para las personas, también para los amigos de cuatro patas, pues ellos también se estresan y manifiestan su tensión de diversas formas. Los gatos se ponen más agresivos, pues ellos son más independientes, sin embargo, los perros se preocupan por sus dueños y trata de estar más tiempo con ellos, se une más a su amo; este comportamiento se da porque esta especie es más sociable.
¿Quiénes se estresan más? Cualquier perro o gato, no importa la raza. Lo que sí puede influir es la edad del animal, manifiesta la médico veterinaria Cristina Scaldaferri. “Tener más edad los hace más vulnerables a los estímulos del medio, como sonidos fuertes. Son más sensibles. Algunos ya son ciegos, sordos o sufrirían de ambas afecciones en sus sentidos. Solo ven sombras o escuchan sonidos fuertes y esto los asusta con facilidad”, señala la experta.
¿Cómo canalizar su estrés?
Créales un buen ambiente y siempre considera el tamaño de tus mascotas. Por ejemplo, a los gatos les pueden ayudar las torres altas, las mismas que le sirven para escalar. A los perros tenlos en espacios donde puedan pasear, sugiere Scaldaferri.
Otro consejo que da la experta es que no los humanices, es decir no los trates como bebé, ni los cargues todo el tiempo. Es importante darles sus respectivos espacios.
Y algo fundamental; así como se recomienda no pelear frente a los hijos (sean niños o adolescentes), tampoco riñas delante de tus mascotas. “Evita cualquier tipo de pelea frente a ellos, ya sea física o verbal.
¿Qué puede causarles la tensión?
Al igual que las personas, ellos se pueden enfermar por los cuadros de estrés. Se puede producir la falta de apetito, diarreas, agresividad y en animales de avanzada edad se pueden agravar las enfermedades de tipo cardiogénico (problemas de corazón), inclusive se puede llegar a desmayos y convulsiones, indica la especialista.
Diversos estudios
Una investigación desarrollada por la Universidad de Linkoping, en Suecia, reveló que los perros son demasiado sensibles a los estados emocionales humanos, y lo son más con el estrés.
Los científicos analizaron cómo el estilo de vida de las personas que conviven con perros influye en su ansiedad. En la prueba contaron con 58 perros y sus dueños. Se evidenció que en ambos estaban sincronizados los niveles de la hormona del estrés (la cortisol).
Los participantes llenaron dos cuestionarios. Uno respecto a los rasgos de personalidad y el otro para determinar el carácter de sus animales. Quienes obtuvieron los puntajes más altos dentro de la escala de la inestabilidad emocional (neurosis) eran más propensos a sufrir un elevado nivel de estrés y ‘contagiar’ a su mascota. Y la ‘pipol’ más abierta a las experiencias manifestaba menos estrés y sus mascotas estaban más relajadas.
Otra investigación realizada por la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, descubrió que el humano y el perro reaccionan con un aumento de cortisol cuando oyen ‘chillar’ a un bebe.
Este ‘contagio’ o transmisión emocional se debe a la inteligencia social de los perros, que bien podría ser un don y un castigo al mismo tiempo. De no canalizar bien el estrés, este puede pasarle la factura a su salud psicológica y física.