Ana de 25 años, les decía a sus amigas: “Soy un imán para los ‘batracios’”. Al inicio todas se reían, hasta la ‘fregaban’ con eso, pero como siempre empleaba la frase, eso les hizo ver que algo le estaba pasando, que no era normal y que lo mejor era que asista a terapia con un psicólogo clínico.

La joven era consciente de su reiteración con esta frase. Es que en algunas ocasiones se la manifiesta de manera consciente y se lo hace para justificar varias decisiones del presente. Es posible que algunas personas piensen que esta es una forma de hacerse las víctimas, pero simplemente en un proceso de equilibrio que tiene la persona para no autodestruirse y con el tiempo se vuelve una muletilla, explica el psicólogo clínico David Zavala, quien señala que la victimización únicamente se produce cuando hay un beneficio secundario. 

Por ejemplo, alguien con mucha frecuencia habla de su triste infancia debido a la atención y demostraciones de afecto o simpatía que recibe de quienes lo acompañan o rodean.

Las más frecuentes

“No tengo vida”

Este es un pensamiento absolutista y catastrófico, que hace notar que la persona que lo expresa no tiene tiempo para hacer las cosas que le gustan, no hay satisfacción con su vida por la presión social que la era moderna exige por medio de las redes sociales, etcétera.

“Siento que algo me hace falta”

Posiblemente la gente que dice esta frase atravesó por una pérdida significativa no superada (muerte de algún ser querido, pérdida de trabajo o su pareja, accidentes que provocaron alguna discapacidad, entre otras causas). Por eso es fundamental el proceso del duelo.

“Atraigo a las personas que no me convienen”

El experto en salud mental sostiene que la frase tiene que ver con la insatisfacción que se siente con quienes nos relacionamos. Por lo general atraemos a la gente con base en nuestras necesidades psíquicas y afectivas. Si alguien expresa esta frase debe evaluar qué busca en la ‘pipol’ y qué es lo que requiere satisfacer en su vida, enfatiza Zavala.

¡No solo son frases, también son palabras!

El psicólogo James W. Penneabaker, investigador de la Universidad de Texas, (Estados Unidos), no habla de las frases, él se centra en las palabras y su uso, sea por medio del lenguaje oral o escrito. Estas revelarían más cómo somos y nuestro estado psicológico. Todo está en los pronombres, preposiciones, artículos. Penneabaker sostiene que quienes mienten casi nunca emplean el pronombre ‘yo’, rasgo que ayuda a descubrir falsedades con un 67% de acierto.

Los depresivos abusan en el uso del pronombre ‘yo’. Según estudios del experto, los suicidas antes de quitarse la vida usan en sus escritos las palabras ‘yo’, ‘mío’, ‘me’ y ‘a mí’ el doble de lo habitual, y pocas veces o nunca el ‘nosotros’. De igual manera sus estudios han comprobado que las parejas que más dicen ‘yo’ y ‘nosotros’ resuelven mejor los ‘pitos’ que las que utilizan más el ‘tu’.

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