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Buena Vida

Al momento de dirigirse a sus hijos, los padres deberían evitar ciertas frases.

8 cosas que no debes decirle a tus hijos

La palabras hirientes pueden hacer más daño que cualquier correazo. Es una manera de decirte que la inteligencia tiene más poder que la fuerza. Aquí encontrarás frases que no lanzan un insulto directamente, pero tampoco sirven para educar, por lo tant

La palabras hirientes pueden hacer más daño que cualquier correazo. Es una manera de decirte que la inteligencia tiene más poder que la fuerza. Aquí encontrarás frases que no lanzan un insulto directamente, pero tampoco sirven para educar, por lo tanto debes excluirlas de tu vocabulario.

1. “No llores”

Con esta frase estás enseñando a los niños que llorar es malo. Esto les llevará a ser adultos que no manejan bien sus sentimientos, no sabrán controlar sus emociones.

2. “¿Es que no puedes hacer lo mismo que hace Fulanito?”

Cada niño es único y decir de que alguien tiene que tomar como ejemplo a otro es dañino para ambos, porque se da a entender que uno es mejor. Con tu actitud podrías bajar su autoestima.

3. “Ya verás cuando venga tu papá (o mamá)”

Aquí se cometen dos errores: les creas pánico por papá, y revelas la poca autoridad que tienes como madre, y que no eres capaz de controlar la situación.

4. “Te lo prometo”

No está mal dar tu palabra de que harás algo y cumplirlo enseña a los niños lo que es el compromiso. El problema viene cuando prometes algo y luego no cumples. El mensaje que recibe el niño es nefasto, porque rompes su confianza completamente.

5. “Pero, ¿cómo puede darte miedo?”

Que a ti no te dé miedo y a otra persona sí, no significa que puedes ridiculizarlo. Si tu hijo tiene miedo a algo debes ayudarlo a superarlo día a día, poco a poco, busca la manera de que lo haga racional. No lo hagas sentir débil.

6. “¡Que te calles!”

No es una frase que utilizas para dirigirte a ningún adulto con el que quieres tener una buena relación, tus hijos tampoco merecen ese imperativo.

7. “Yo a tu edad”

Seguro que a su edad hacías cosas mejor que ellos y otras peor. Hasta que llega la visita a tu mamá y es suficiente para que le explique que en realidad tú, a su edad, hacías las cosas igual, o quizás peor.

8. “Porque lo digo yo”

Cuando saltas de la autoridad al autoritarismo pierdes la capacidad de ser justo y de merecer respeto. En tu hijo provocarás indignación, por el simple hecho de no saber escuchar su punto de vista, ellos podrían reaccionar con rebeldía.

La experta dice:

“Definitivamente las palabras tienen mucho poder. No solo en niños, sino en los adultos. Sobre los padres o tutores pesa una responsabilidad grande. De ellos depende el futuro de los niños y justo eso es lo que olvidamos o fingimos no saber. Frases como ‘Eres inútil’ o ‘Eres tonto’ denigran al infante y bajan su autoestima. A veces no solo las frases directas sino también las indirectas, como ‘¿Qué, no puedes?’. Olvidamos que en un niño es posible sembrar cosas positivas para cosechar en un futuro adultos que aporten a la sociedad. Debemos sacar de nuestra cabeza que una ofensa motivará a nuestros hijos a ser mejores. Un adulto seguro de sí mismo fue un niño al que lo trataron de manera justa e inteligente”.

Xiomara Matamoros Gutiérrez, docente