Broke Covey se volvió popular por su crítica al trabajo que le entregó el fotógrafo que contrató para que registrara su boda.

El sujeto le prometió imágenes con calidad 4K y un audio impecable para un video perfecto del momento, por un precio de 1.200 dólares.

Pero nada ocurrió como esperaba la mujer, pues después de decirle que había pasado 30 horas en su edición y que era “su mejor trabajo hasta ahora”, el resultado que vio en pantalla la devastó.

Los detalles los compartió en su cuenta de TikTok y la comunidad virtual no pudo estar más de acuerdo con ella: “Parece un video de cámara de seguridad”. Las fotografías que recibió también fueron de baja calidad y no se registraron varios momentos importantes, según la queja de Brooke.

El hecho ocurrió en Nashville, capital de Tennessee, Estados Unidos, según indicó el medio local New York Post.

Tanto Covey como su novio tienen tan solo 23 años. La cena de ensayo de los novios había durado aproximadamente cinco horas, pero el tiempo se limitó a 30 segundos. El fotógrafo prefirió darle prioridad a la ceremonia en planos generales.

Al principio del clip, el cortejo nupcial ingresa para ocupar sus respectivos lugares, pero el profesional hace que su paso sea menos natural, ya que les agrega un efecto de desaparición instantánea.

“El video de la boda de mis padres se ve así, fue hace trece años. También lo hizo su tío…”, dice un comentario. “¡Exigiría todo el metraje en bruto y vería si alguien más puede editarlo en algo utilizable!”, agrega otro usuario de redes en su opinión.

De bailarín a piloto

Kevin Núñez, un joven venezolano radicado en Perú, se volvió viral por su historia de éxito, ya que pasó de bailar en las calles de Lima a lograr su sueño de graduarse como piloto de avión. Fue invitado a varios programas de televisión por su talento.

Buen samaritano

A través de Instagram, un usuario publicó un vídeo donde se ve como un hombre identificado como Gastón de Vito se quita los zapatos para dárselos a un reciclador que caminaba descalzo por las calles de Rosario en Argentina. Su gesto se volvió popular.