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La moda circular está dentro de las prácticas sostenibles para reducir el desperdicio de prendas de vestir en el medio ambiente.freepik

Moda circular, mucho más que ropa usada

Esta tendencia de comprar o vender prendas de segunda mano, no solo ayuda al planeta sino también al bolsillo

Los rack llenos de ropa llaman la atención. En ellos se pueden encontrar prendas de las décadas del 90 y 2000, o incluso tendencias recientes

“Acá uno encuentra tesoros”, dice Carla Bonifaz, desde una tienda de segunda mano en un centro comercial de Guayaquil. “Es una forma de vestirse más original. El otro día hallé para mí una chaqueta de marca, y unos biker short, y de paso le compré una camisa también a mi novio. Gasté casi que 20 dólares”, cuenta.

Si bien, hoy se puede encontrar más tiendas como estas, las redes sociales, también sirven como plataforma de promocionar los llamados ‘closet sale’ o feria garaje, donde las personas venden lo que ya no les queda o les gusta

Este tipo de negocio es conocido como “moda circular” , que está dentro de las prácticas sostenibles para reducir el desperdicio en el medio ambiente. Según un estudio de la Confederación Europea de Industrias de Reciclaje (EuRIC), la reutilización de ropa usada es la mejor forma de evitar que se convierta en un residuo. Para entender el impacto, se puede añadir que por cada kilo de ropa recuperada y no conducida a un vertedero para su incineración se evita la emisión de 6,1 kg de CO2, según una investigación de la Federación Humana People to People.

Es por esta razón que cada vez más diseñadores e influencers toman consciencia para que las tendencias de hoy no sean la basura de mañana. ¿Te unes al cambio?

En DOMINGUERO, dialogamos con quienes están poniendo su aporte en el mundo de la moda.

Ahorras mucho más dinero

El pensamiento de las tres R (recicla, reutiliza y reduce) ha estado siempre presente en Andrea Villacrés. Empezó con un negocio online, donde vendía ropa trabajada a nivel local, luego lideró una feria garaje para promover la compra de prendas de segunda mano y a bajo costo. Y, este 2023, abrió Botón Botón en sociedad con su mamá.

”La ropa empodera, y el objetivo es que aquí puedan confeccionar desde cero, arreglen los que no le queda, o rediseñen prendas que ya tenían y les den un nuevo uso”, explica.

El ahorro es lo principal que recalca en un rediseño. “Por un lado, al no haber gasto de agua ni de telas, beneficia al planeta. Y por otro, al bolsillo. Si tomamos como ejemplo, una blusa, que en las tiendas llega a costar 35 dólares, una transformación en cambio puede ir desde los 10 dólares. Es decir cuesta menos de la mitad de una nueva prenda”, asegura.

El 95 % de los productos se puede reutilizar o convertirse en algo nuevo.

Pero no que pensar que se puede transformar moda. El mundo de los textiles abarca más ítems, así que también se puede hacer arreglos de línea de hogar (como cortinas, forros de muebles, etc.) hasta la ropa de mascotas.

El ímpetu en Andrea es tal, que todo el año su emprendimiento es un punto de recolección de ropa en buen estado para donaciones. La alianza la ha formado con la Benemérita Sociedad Protectora de la Infancia que tiene varios hospitales y Casa Hogar.

Una nueva oportunidad

Durante el tiempo de confinamiento, la machaleña Mishelle Arroyo empezó a investigar más sobre moda sustentable y decidió darle una segunda oportunidad a las prendas de su guardarropa.

Así nació Topcloset, un emprendimiento donde cada cierto tiempo pone a la venta lo que ya no usa, para que otra mujer lo vista. “De hecho, en estos días estoy por vender otras prendas”, asegura.

Con ello, nada bota ni desecha, sino que se reutiliza. “No tengo problema en vestir algo de segunda mano. Soy fan. De hecho, en Estados Unidos he podido encontrar más tiendas dedicadas a esto y por eso quise hacerlo acá”, relata.

Todo surgió porque sus seguidoras se lo piden constantemente. Tan solo en Instagram acumula 146 mil seguidores. “Cuando posteo un look, me preguntan por interno cuándo la vendo”, cuenta emocionada sobre como mas chicas se suman a una moda consciente.

Apoyo a las artesanas Desde las comunidades de la Sierra, también se suman a esta tendencia. Txakana comercio justo, es una tienda donde se potencia la reutilización de prendas de vestir y accesorios. Estos son rediseñados por artesanas de Otavalo, quienes con su arte en las manos logran darle una nueva vida a ese ítem.

”La ropa empodera, y el objetivo es que aquí puedan confeccionar desde cero, arreglen los que no le queda, o rediseñen prendas que ya tenían y les den un nuevo uso”, Andrea Villacrés, emprendedora.

Lo destacable es la historia detrás de estas mujeres. Muchas son de escasos recursos, y al estar en este proyecto buscan su independencia económica bajo esta marca que potencia el cuidado del medio ambiente.

Tienen el apoyo de la Fundación Wasmu presidida por Nerea Laucirica, Emaús Internacional y Asve, para poder financiar la preparación gratuita de ellas.

Compromiso con el planeta

La moda circular marca también el rumbo en el diseño de indumentaria, tal es el caso de la guayaquileña Mariana Burgos, cuyas colecciones tienen como fin evitar la generación de residuos de textiles.

“Como diseñara también tengo un compromiso grande con el medio ambiente. Lo tengo en cuenta desde el patronaje hasta la confección. La idea es que lo que sobra no vaya a los vertederos sino darle una vida útil”, explica. Asimismo, da la opción para que traigan un vestido (de novias, quinceañeras, etc.) que ya no usan y se lo rediseña con otro modelo o accesorios. “Así es como se logra una moda circular”, agrega.

De igual forma es asidua a usar en sus diseños materiales muy orgánicos, como el algodón. “Cualquier aporte que hagas como diseñador, es tu huella para el planeta”, enfatiza.

Beneficia tu economía y también al planeta

El aprendizaje que dejó la pandemia sobre la preservación del medio ambiente, genera cada vez más un actuar en la industria de la moda. Si bien ya hay emprendimientos y diseñadores que se unen a la moda circular, te damos las razones para que te sumes.

Ahorro de agua: Se necesita hasta 1,800 galones para confeccionar un par de jeans. En lugar de consumir cada vez más, rediseña el que ya tienes para convertirlo en un nuevo ítem, o si no te gusta, véndelo. Pero no lo botes.

Apoyas a artesanos: La transformación de una prenda genera empleo a artesanos y el pago justo por su trabajo.

Ayudas a tu comunidad: En caso de que no quieras vender en una feria garaje, puedes donar tu ropa a Casa Hogar u Hospitales, en donde se beneficiarán directamente los más necesitados.

Reduces contaminación: Al botar tu ropa por comprar una nueva, lo que provocas es que esas prendas vayan a los vertederos y liberan gases tóxicos como dióxido de carbono y metano.

Tu bolsillo: Rediseñar una prenda o comprar de segunda mano, cuesta menos de la mitad que comprar un prenda nueva.