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Referencial. El miedo es una de los factores por las que los novios no desean conocer a sus futuros suegros.Internet

¿Por qué el miedo de presentar a tu pareja?

Muchos temen porque al conocer a los futuros suegros piensan que perderán su independencia.

Cuando te encuentras en una relación duradera, que ha pasado por momentos altos y bajos; y sientes que esa persona es la indicada, el siguiente paso es la presentación a sus padres.

El evento suena un poco aterrador porque no se sabe cómo serán los ’futuros suegros’, además de las preguntas que ’paniquea’ a cada miembro de la pareja. ¿Y si no les gusto? ¿Y si me comparan con alguien del pasado? O peor aún, ¿qué pasaría si me enamorara de ellos (padres) y luego tuviera que perderlos en la ruptura? Son quizás algunas de las interrogantes que nacen cuando ya toca conocerlos.

April Masini, fundadora de Relationship Advice Forum explica que hay una diferencia abismal entre los pensamientos de la mujer y del hombre cuando llega el momento de conocer a los posibles suegros. “Los mecanismos psicológicos del hombre y la mujer son diferentes. A la mujer no le cuesta tanto presentarse ante los padres de su novio como a los hombres, ya que ellas son las más entusiasmadas en que llegue el momento”, afirma la experta en citas, mencionando que ambos tienen un mismo sentimiento: nerviosismo.

La psicóloga asegura que los nervios son una señal de que todavía no hay confianza o que la pareja no ha demostrado qué tan seguro está del otro. Sin embargo, Masini dice que si la pareja tiene este tipo de dudas, lo más recomendable es darse un tiempo.

Según el terapeuta Miguel Ángel Cárdenas, muchos no quieren comprometerse por miedo a perder una supuesta libertad o independencia. Mientras que otros temen que al presentar a sus padres ya se están poniendo la ’soga al cuello’ (matrimonio). “Uno de los principales obstáculos para conocer a los padres es el temor a que los cansen. Esa idea está errada porque esto afina más la relación, pero no indica que va a existir alguna boda de por medio”, explica el psicólogo.

Pero están también los que no se sienten preparados. Está el caso de la mujer que se siente más involucrada con la relación que él.

“No hay que correr sino darle tiempo a la situación. Pero si ella es la que se siente más involucrada es bueno hablarlo con la pareja”, indica.

Es que las mujeres, por su loable entrega, se ’meten’ más en la relación que los caballeros. Por ende las chicas tienen que contar con la opinión de sus novios preguntando “qué va a pasar con nosotros”. “Esa pregunta apunta a que los hombres tomen una decisión y mediante su respuesta se pueden tomar acciones inmediatas”, dice Cárdenas.

Darse un tiempo

Cuando estás saliendo con alguien —dice Masini— esa sentimiento puede ser poderosa que puede ser traducido en la fase de ’luna de miel’ sin conocer bien a fondo a la persona. Esta energía que se siente cuando se empieza a disfrutar con la persona tiende a volverse coqueta, risueña y divertida que hacen parecer que todo es color de rosa. “Todas esas señales pueden traducirse en que quieras presentarla a tus padres de inmediato. Esto nace por impulso”.

En cambio, cuando una relación está sólida, que lleva alrededor de seis meses a un año, es necesario involucrar a los padres pero con cierta discreción. “En cualquier momento antes de ese tiempo es demasiado pronto para involucrar a los padres porque no se sabe si la relación es seria o un simple ’pique y pase’”, señala, porque después de seis meses de salidas puede que se conozca a alguien que llene tus expectativas.

¿Cuándo es el momento?

A veces —cuenta la experta— el momento preciso para abordar a los padres llega cuando confías en tus sentimientos. “Si han estado saliendo lo suficiente como para conocerse y se sienten seguros de que la persona tiene el potencial de ser una pareja a largo plazo, es el momento de conocer a mamá”.

Pero esto es más que solo sentimientos; se trata de comportamientos concretos que indican que la relación puede pasar a otro nivel. Es decir, que cuando están haciendo cosas que hacen las parejas, como planear vacaciones, vivir juntos, compartir gastos, lo más recomendable es incluir a las familias. “Cuando hay este tipo de comportamientos, la pareja está segura de lo que tiene y hacia donde se dirigen. Los padres entran a complementar esa relación dándoles el visto bueno”.

Recomendaciones

El terapeuta Miguel Ángel Cárdenas aconseja que antes de conocer a los futuros suegros de ser mantener la calma y no tener ansias porque esto hará que los nervios estén a flor de piel.

No te prepares demasiado

Si piensas y te preparas demasiado, acabarás metiendo la pata. “Simplemente intenta saber más sobre su familia, pregúntale para conocerlos un poco y poder anticipar así sus reacciones, y trata el asunto con naturalidad”.

Evita mostrar lo que no eres

Hay que ser uno mismo y dar lo mejor de ti. Conocer a sus padres es parecido a una entrevista de trabajo: es bueno que causes buena impresión mostrando lo mejor de ti pero es inútil mentir porque al final se volverá en tu contra.

No ser confianzudo

Si el encuentro va a las mil maravillas, perfecto. Pero no olvides que no son amigos, sino tu familia política. “Recuerda que no es el momento de pasarse con el alcohol ni de hacer bromas pesadas. Compórtate en la mesa, acábate el plato aunque no te guste”.