Dicen que lo que llevas puesto bajo la ropa puede marcar la diferencia entre un año de pura pasión, suerte desbordante o un brillo que atraiga la abundancia. 

Y, claro, en la noche de Año Nuevo, la lencería se convierte en mucho más que una simple prenda: es el amuleto perfecto para cumplir nuestros deseos, ya sea al ritmo de las 12 campanadas o bajo sábanas.

¡Alista el look!

El rojo siempre será el favorito  para atraer el amor (y quizás un par de miradas más). Si buscas algo atrevido, un bustier con detalles satinados y liguero es ideal: va perfecto con una falda para la fiesta y, una vez en casa, se convierte en tu aliado para celebrar en privado.

El amarillo, por otro lado, es para las que apuestan por la suerte y la alegría. Un body con toques de encaje o satén, no solo atrae buenas vibras, sino que también es tan chic que combina perfecto con un pantalón de tiro alto o un blazer para esa cena de Año Nuevo. Y lo mejor: al destaparte (literal y figurativamente), serás el centro de la celebración.

¿Y qué hay de los brillos? Si tu meta es atraer abundancia, un conjunto con aplicaciones de pedrería o lentejuelas es lo tuyo. Imagina un bralette con destellos plateados, que bajo las luces de la fiesta grite glamour, y bajo las sábanas, susurre sensualidad. 

Así que mientras comes tus 12 uvas y pides tus deseos, recuerda: lo que llevas puesto puede ser el comienzo de un año cargado de emociones. ¿Lista para seducir al destino?